El pancatalanismo que ya rinde cuentas ante el Tribunal Supremo por delitos de prevaricación, malversación, sedición y rebelión, logró con su última bufonada exigiendo observadores para ensuciar la limpieza democrática, que los magistrados retransmitan al planeta y en directo sus excusas para asaltar la ley.

En ese desaforado supremacismo están los CDR, los nuevos camisas pardas - Escamots - del Estat Català, asaltando autovías con barricadas humanas donde emplean hasta niños, una criminal payasada con menores, que no es menor, y ya han importado a Ibiza.

El último bufón vive aquí y ejerce de profesor al amparo de las leyes catalanistas del PP, contrarias al sentido común y la Constitución, en otra pirueta circense de burla al título preliminar de la Carta Magna, fomentando en los niños el menosprecio al hispanohablante, un nuevo abuso merecedor de otro tribunal o un fiscal contra los delitos de discriminación y odio.

Godofredo es el mote del personaje contratado por el colegio público Can Raspalls, cuyo burlesco atuendo viste únicamente para ofender a los españoles al impartir la universal lengua cervantina que nos une a todos, excusando dicha burla como una «herramienta estratégica pedagógica».

No se engañen, es otra mueca a los padres bajo otro eufemismo marxista, que como ya imaginaran jamás emplean para enseñar catalán. En esa moderna pedagogía de este avanzado colegio «progresista» se han llegado a denunciar técnicas que superan todo lo imaginable: negar a críos de 3 años ir a hacer «pipí» si no lo piden en catalán.

Revolucionario no, para orinarse encima. Teniendo en cuenta que a los 3 años muchos niños tienen incontinencia, esta artimaña resulta incalificable. El Defensor del Pueblo intervino para dar la razón a los padres, pero el Conseller de Educación afirma que «el centro es soberano» para coaccionar a los críos si a estos se les ocurre pedir hacer pipí... en español.
El colmo de este esperpento es el comunicado soviético de los sufridos pedagogos: «condenamos con firmeza el uso de la educación como arma política y las vergonzantes actuaciones de aquellos que, con sus denuncias, atizan el fuego de la confrontación y de la crispación [..] críticas al trabajo de uno de los docentes que utiliza las herramientas estratégicas y pedagógicas que considera más adecuadas. Lamentamos las acusaciones e injurias que estamos sufriendo».

Irritados por las injurias de una niña de 3 años, una cuerda de pancatalanistas en defensa de imponer en los colegios la orina en catalán, se reunieron en el parque «Reina Sofía» cuya placa aparece rota y manchada de pintura amarilla. Desconozco si reivindicaron más payasos, un privilegio hoy reservado al castellano que discrimina la enseñanza en catalán, ¿o eso no?

Para concluir este vergonzante relato, los exitosos ratios que arroja la payasada supremacista que defiende el sindicato marxista STEI: Baleares lidera el abandono escolar en España. El 26,5 por ciento de los jóvenes no termina la enseñanza secundaria obligatoria, cuando Europa marca un tope del 15% en 2020, situando a Baleares líder en abandono escolar, superando en siete puntos la media nacional.

El tribunal de Estrasburgo que tanto gusta a la izquierda lo advirtió: educar en un idioma distinto al materno conduce a peores resultados, a un abandono precoz y a más precariedad laboral, datos que no parecen preocupar ni a la consellería de educación, ni al consistorio «progresista» de San José, responsable del colegio.

Con su silencio cómplice, el socialista ‘Agustinet’ legítima aplicar las teorías de Gramsci en las aulas, que su partido, aliado con los chavistas de Podemos, impone sobre los niños. Es el modelo totalitario cubano importado, cuya bandera «la cubana o estrellada» del coronel Macià preside el golpismo «lazi»: expropiar el derecho de los padres a decidir en libertad la educación de sus hijos que serán formados bajo el dogma de «los países catalanes».
Y así, este artificio ideológico que inventa un país vecino para quedarse con un trozo del tuyo mientras te llama fascista, avanza inexorablemente gracias al apaciguamiento del PP que alienta la coacción del insaciable apetito nacionalista, ese que se intentó aplacar con el ruinoso sistema autonómico, ideado para contentar al 8% de separatistas que jamás estarán satisfechos.

«Os ofrecieron el deshonor o la guerra, aceptasteis deshonor y tendreis guerra», exclamó Churchill tras el apaciguador tratado de Munich. Muchos creemos que es hora de re centralizar el Estado; ese 8% de españoles jamás se sentirá a gusto y continuará asaltando la ley.

«La libertad dijo a la ley: Tú me estorbas. La ley respondió a la libertad: Yo te guardo». Pitágoras era de VOX.