La historia se repite y de nuevo salimos perjudicados. En 2002 negociamos humildemente las trasferencias sanitarias y en 2019 nos han ‘colocado’ un mini REB que nace con muchas muletas. Parto largo, distócico, con fórceps y al final una cesárea. Resultado un REB que nace con respiración asistida y con malformaciones congénitas. Dos contextos diferentes, aquel con el PP en el Gobierno central y este con el PSOE. Tanto monta, monta tanto. En ambas ocasiones un Govern del Pacte. Pero vayamos con la vergonzante deuda sanitaria histórica.

Baleares, junto a Cataluña y Madrid, tenemos o teníamos el hábito del doble aseguramiento. Era habitual para los mallorquines pagar además de la cobertura pública, un seguro privado. Esta costumbre mantenida en el tiempo conllevó que el Estado dejara de invertir en personal e infraestructuras durante mucho tiempo en Baleares. Además del mantra de que Baleares es la Arcadia rica y feliz. ¿Se imaginan el colapso de la sanidad pública balear sin ese doble aseguramiento? He ahí el chollo de los gestores sanitarios de nuestra comunidad.

En 2001 el Gobierno central de Aznar generalizó un nuevo modelo descentralizador, que tenía vocación de permanencia, para que las comunidades autónomas pudieran realizar una planificación a largo plazo con mayor certidumbre y seguridad. Se basaba en tres principios: suficiencia para garantizar los recursos para que las CCAA pudieran atender adecuadamente la prestación de los servicios asumidos, autonomía y solidaridad. Está claro que la piedra angular de las trasferencias sanitarias era y es la suficiencia, pero es evidente que este principio no fue el que se siguió para Baleares, ya que el presupuesto fue, a todas luces, in-suficiente.

En cuanto a la solidaridad nadie la discute, somos de las comunidades que más hemos aportado al estado durante años y las que menos hemos recibido. A nuestra ejemplaridad, el Gobierno central nunca ha respondido con la justa reciprocidad.
27 de diciembre del 2001. Recuerden esta fecha, un día antes de los Santos Inocentes, hace 17 años, porque si no lo sabían es cuando se firmaron las trasferencias sanitarias a nuestra comunidad. No somos santos, pero de inocentes, ingenuos y pardales no hay quien nos gane. Vendimos nuestra primogenitura por un par de platos de lentejas y un par de butifarrones Se negociaron mal las trasferencias. Ya fuera por falta de convicción, preparación o por aceptar lo que no podía ser aceptable y seguir dependiendo de Madrid.

Había muchas ganas de ser autónomos en sanidad.
Vayamos a los datos: el IBSalut nace sietemesino, en la UCI, ya que hereda el mayor déficit financiero y estructural. Baleares es la única comunidad autónoma con un gasto per cápita inferior a 600 euros y con un diferencial de 100 euros con respecto a la media del Estado, tal como dice F. J. Moranta. Baleares estaba a la cola del gasto por cápita de todo el estado español. Valga el ejemplo del gasto per cápita de Baleares que eran 123.070 pesetas y la Rioja que eran 161.127 y Asturias 146.869. Y sucedió lo que tenía que suceder, una mezcla explosiva que tenía que explotar: aumento de población, dos oleadas importantes inmigratorias, sin costumbre de doble aseguramiento y crisis económica con recorte brutal de las familias de Baleares en sus gastos corrientes entre ellos el doble aseguramiento. Vamos sobre el mismo ejemplo: la población de Asturias en 1999 (año de base para el cálculo de las transferencias) era de 1.084.314 y en 2018 de 1.028.244. Ha perdido población. La población de Baleares era en 1999 de 821.820 y en 2018 de 1.128.908. Un 37.4 % de aumento el más alto del estado español. El IBSalut se encuentra con falta de profesionales y falta de estructuras para dar asistencia sanitaria a este aumento enorme de población.

No se respeta por parte del Estado (o no se pide por nuestros políticos) una revisión de la financiación sanitaria en base a la cláusula del 3 % de aumento de la población. No se negoció bien el tema de la insularidad llevándose el gato al agua Canarias con el tema de la ultra periferia y su famoso diputado. Sigue estando en el aire el tema de los desplazados tanto nacionales como comunidad europea, a la hora de reclamar financiación.

Por otra parte seguimos siendo una comunidad joven, pero el número de personas mayores ha aumentado en cifras absolutas así como los cambios en los hábitos de cuidar a nuestros mayores necesitando desesperadamente camas socio sanitarias, necesidades que otras comunidades tienen mucho mejor cubiertas que nosotros.
Ante esta perspectiva los sucesivos gobiernos de Baleares, no importa el color, se han ido endeudando progresivamente para poder hacer frente a las necesidades sanitarias de la población siempre creciente.

En estos momentos, con un presupuesto de 5457 millones de euros, la deuda de la comunidad está alrededor de los 8964 millones de euros. De estos 6524 son con el estado.

No sería descabellado pensar que un tercio de esta deuda corresponde a gasto sanitario, teniendo en cuenta que Sanidad es el 31% de los presupuestos de 2019. Estaríamos hablando de unos 2778 millones de euros que el Estado debería a Baleares. Solo para solucionar el tema de la deuda económica. No para igualarnos con el resto del estado.

Recordemos que estamos con el mismo ratio de médico de familia por habitante que en1999. El peor del Estado. Y que tenemos unos hospitales ‘en concesión’ que como comunidad hemos de pagar durante 30 años. Nuestros nietos seguirán pagando los hospitales, como parte de la deuda transgeneracional.

Solo hay tres caminos o a la pedrea del proto REB se le suma la parte de la deuda sanitaria histórica o nos condonan parte de la deuda (unos 2.800 millones de euros que supondría la deuda sanitaria histórica) o les llevamos a los tribunales. Si Madrid pagara los que nos debe y los intereses devengados se podrían poner en marcha medidas incentivadoras para captar y retener profesionales, para plazas de difícil cobertura, plus de comarcalizacion para el hospital de Manacor, crear la red sociosanitaria que tanto necesitamos, pagar ya los hospitales de Son Espases con su parking (plus de 43 millones de euros) y Can Misses y las reconversiones del hospital de Inca y Manacor.

Nadie ha luchado y ha puesto encima de la mesa nuestro agravio sanitario histórico. Pónganse las pilas y reclamen la deuda que arrastramos desde el 2002. Pasen del sometimiento y del conformismo a la confrontación a todos los niveles.
Solo nos derrotan cuando nos rendimos.
Recuerden en derrota transitoria, pero nunca en doma.