Hace ya un par de meses me encontré a Albert Rivera al lado del Parlamento y le comenté que era muy importante que el electorado viera que tenían buenos gestores y políticos de calidad y parece que en eso está la cúpula de Ciudadanos trayéndose al centralismo a la valiente (y guapa, me perdonen) Inés Arrimadas y fichando políticos con cierto bagaje y experiencia. Vamos, que no pillan al primero que ha hecho un escrache y es amiguete del Amado Líder como hacen las de Unidas Podemos. Y es ahí donde hay que valorar el fichaje de Bauzá que, a mi juicio, es un político con empaque pero que en Baleares ha sido tan zarandeado que es desde Madrid donde de verdad se valora a aquel presidente que quiso equilibrar la sociedad balear. Cuando todo el mundo pensaba que Bauzá iba a acabar en Vox, tras pasar unos días en su farmacia de Marratxí, finalmente irá a parar a Ciudadanos como candidato a un puesto que me parece corto para él, el Ajuntament de Palma; bien es verdad, que por lo menos el bando que el alcalde publica en español el día de Sant Sebastià saldrá estupendamente redactado y sin faltas de ortografía y sintaxis; desde luego, eso hemos ganado. No creo que Bauzá pinte nada de alcalde de Palma porque el hecho de ser jefe munícipe se ha desbordado en los últimos años, y tenemos a la Kolau tratando de los Derechos Humanos y la ONU y con Barcelona llena de caca. Creo que un alcalde debe ir a la política práctica, a las ordenanzas, a tener una ciudad limpia que de esplendor y atraiga inversiones y tenga calidad de vida. Por eso pienso que Bauzá es político para estar en el Parlamento central donde se diseña la política nacional: para eso, pienso, sí vale.