Han salido estos días una serie de noticias en los periódicos más importantes de España que dejan a Ibiza en el top ten de varias cosas importantes. La primera es que Ibiza, Vila, es la ciudad con mayor nivel socioeconómico de España, por encima de Barcelona y San Sebastián, noticia que nos parece estupenda y de la que nos congratulamos todos. También la Isla ha sido elogiada por su calidad de vida en la encuesta que dice que España es el país más sano del mundo (con Can Misses y todo). Y por último resulta, según ABC, que Vila figura en la séptima posición de las ciudades más antiguas de España. La primera es Cádiz que fue también urbe de extracción fenicia. En el caso de Ibiza, Ibossim, data del 654 a.C. y fue fundada por los cartagineses. En el Diario de Gobierno de la República Mexicana ya en 1844 un tal G. del C. escribió: «a los 160 años después de fundada Cartago envió a Ibiza su gobierno una colonia, atraído de la lana, la sal y otros frutos preciosos que producía esta isla para su comercio». Hay tanto que aprender del mundo ebusitano. Por ejemplo, en 1846 un analista económico escribió en el periódico madrileño, El Eco del Comercio que era liberal-progresista —aquel año las cosechas ibicencas habían sido muy malas y la Isla pasaba por unas condiciones muy duras— señala que los gobernantes no tienen que socorrer a los habitantes de las Pitiusas con migajas sino que «en lugar de mezquinos socorros, humillantes e insuficientes, déjeseles libertad para que desplieguen su genio marítimo. Hágase puerto libre a Ibiza y volverá a ser lo que fue en tiempo de fenicios y cartagineses». La historia siempre está llena de sugestiones.