Sin ninguna duda, hay cuestiones que deberían dejarse al margen de las contiendas partidistas. Una de ellas es el problema de vivienda que afecta gravemente a las islas de Eivissa y Formentera. Es en estas dos islas donde se han rebasado todos los limites y donde las consecuencias negativas, están ya salpicando incluso nuestra principal industria, el turismo.

Poder acceder a una vivienda digna y a un precio razonable, viene siendo un problema que puede que afecte a todas las islas de nuestra Comunidad Autónoma, pero que es extremadamente grave en las Pitiusas. Esto es una realidad fácilmente comprobable y para ello basta seguir las noticias de estos días: “El Ibavi no tiene lista de espera para optar a un piso de alquiler en Eivissa y Formentera”; o que empresas pitiusas, tienen muchas dificultades para cubrir sus plantillas de empleados de cara a la próxima temporada de verano, debido a la falta de viviendas donde alojarles. Son estas, dos situaciones que no se plantean ni en Mallorca, ni en Menorca. Son problemas específicos de Eivissa y Formentera.

Aquí, si no hay lista de espera para optar a un alquiler social, no es por que no haya familias que lo necesiten; es por que las instituciones no tienen ninguna vivienda que ofrecerles. Y si los trabajadores que podrían venir en la temporada estival no lo hacen, es por que los alquileres en el mercado libre son tan caros, que ni teniendo un sueldo normal, se puede optar a ellos.

¿No son estos dos temas de reciente actualidad, motivo suficiente para que se enciendan todas las señales de alarma y quienes tienen las competencias para ello, tomen cartas en el asunto de forma inmediata?

Estamos ante un problema que se repite una temporada más y que si no se hace algo con urgencia para resolverlo, corremos el peligro de que se enquiste y ponga en peligro nuestro futuro.

La construcción de nuevas promociones de viviendas de protección oficial, ayudará a paliar la situación a medio plazo, eso suponiendo que se hubieran iniciado las obras en el plazo previsto, cosa que no ha ocurrido y dicho inicio de las obras ya se ha aplazado varias veces; por lo que esta alternativa va para largo.

Hay que reconocer que a pesar de ser un problema del que se viene hablando desde hace algunos años, ha habido una cierta falta de previsión por un lado y de decisión por el otro a la hora de atacar el problema.

Es imprescindible que desde el Govern Balear, que es quien tiene las competencias en materia de vivienda; y gobierne quien gobierne, se pongan todos los medios disponibles para atacar desde ya este gravísimo problema. Cabe plantearse de una vez la creación de una mesa o de un órgano de trabajo especifico para atacar de inmediato esta situación en las Pitiusas.

Hay que aparcar de una vez por todas las luchas intestinas entre partidos de distinto color político. Hay que ponerse a trabajar todos a una y redactar un plan de choque con medidas de urgente aplicación; y coordinar estas con otro plan a medio y largo plazo.
Tirar todos en la misma dirección es la única alternativa.