El 15 de enero se publicaba en la prensa pitiusa una foto del postureo, un postureo de cara a las elecciones en torno a una ley histórica para Vila, una foto en la que aparecen todos los grupos presentes en el ayuntamiento de Vila, Partido Popular, Podemos, PSOE, no faltó ninguno a la cita, a excepción de Salva Aguilera, el único diputado del Parlament de les Illes Balears ibicenco que no fue invitado.

Cuando se presenta una ley se requiere un estudio previo, y la labor se facilita si existen precedentes, como es el caso de la Ley de Capitalidad de Palma, también es necesario conocer los términos y conceptos a los que se refiere la ley, en este caso el concepto de Capitalidad, que parece que todos los miembros desconocen, todos los que se juegan algo en las próximas elecciones.

La ley de capitalidad lo que pretende es compensar los costes de esta misma característica, compensar lo que supone ser la capital de una isla porque es evidente que, en un archipiélago, y en una isla, la cuestión de capitalidad se hace patente.
Geográficamente hablando, exclusivamente en lo físico, la insularidad en Baleares goza de una diferencia respecto al resto de archipiélagos en el mundo, por ello se hace necesario que esta ley se materialice, pero insisto hay muchos que desconocen lo que significa la capitalidad y muchos que, a pesar de ser parlamentarios, desconocen las funciones de una ley.

La ley histórica para Ibiza y para Vila tiene en el horizonte terminar como una ley mutante fruto del postureo con objetivos electorales y de ambiciones personales más allá de beneficiar realmente a los ibicencos, y los principales culpables serán el PSOE, Podem, el PP, y, aunque parezca extraño Més Menorca y Gent per Formentera, aunque en menor medida éste último.

El recorrido de esta ley tan importante para los ibicencos se puede resumir de la siguiente manera:

1) Su gestación: hace 10 años que se pretende dar inicio a esta ley, compartiendo el origen con la ley de capitalidad de Palma, hoy en día, el resumen de la capitalidad de Palma se puede concretar en que contadas ocasiones se ha cumplido el presupuesto destinado y que entre un 70% y un 80% del presupuesto de esta función de capitalidad provenía del Govern de les Illes Balears.

2) El trabajo: llevan más de un año ‘trabajando’ en esta ley, una ley con 12 artículos teniendo de ejemplo la de Palma con más de 150 artículos, puede decirse que es una ley de la vergüenza, los supuestos motivos de sus creadores se reducen a “tener más competencias” pero se equivocan gravemente al querer ir más allá de las funciones de la capitalidad.

3) La foto del postureo: en enero se juntaron todos a posar a la foto, todos menos uno, siendo el que más iniciativas ha tenido por Ibiza en el Parlament de les Illes Balears, se excluyó a Salvador Aguilera de la foto del postureo, con representación del Partit Popular, del PSOE, de Podem, una bonita foto de familia.

4) El ‘trabajo’ legislativo: en los pasillos del Parlament, las enmiendas presentadas por Salvador Aguilera eran sin duda las más coherentes de acuerdo a lo que se pretende con una ley de capitalidad hicieron que tanto el diputat Miquel Jerez, como el alcaldable Aitor Morrás, se acercaran insistentes a buscar los votos a favor, el primero pretendía lo absurdo al incluir en la negociación introducir enmiendas de… ¡MENORCA! A la ley de Ibiza, menudos intereses tienen los parlamentarios, a cambio de prebendas menorquinas, los populares ibicencos pensaban introducir cuestiones ajenas a la capitalidad de Ibiza. El alcaldable pues, pensando en los votos de Vila en lugar de pensar en las necesidades reales, y mucho menos pensar en la finalidad y objetivo de una ley de capitalidad… sólo pensando en ‘pasta’ y votos, tanto unos como otros.

5) La comisión del 13 de marzo: una comisión de la vergüenza, queda patente la tradición histórica de Balears, tirando de hemeroteca podemos remontarnos al fallido estatuto de autonomía de los tiempos de la II República, donde la identidad insular se impuso a la identidad del archipiélago y concluyó en que Baleares no es una Comunidad Histórica como otras en el Estado Español. Menorca (concretamente Més Menorca) a lo suyo pidiendo la inclusión de cuestiones relativas a la isla de Menorca, el absurdo en potencia, y Gent per Formentera más de lo mismo, sólo les salva ser la pitiusa menor, pero aún así, no tiene ningún sentido incluir poderes decisorios en el Consell de Capitalitat de Ibiza a personal designado por el Consell Insular de Formentera.

La comisión de la vergüenza, para tristeza de Ibiza se llenó de ataques ‘electoralistas’ por unos y otros, tanto Miquel Jerez del PP, como Aitor Morrás de Podem y alcaldable de Vila, hasta el señor Martí de Menorca igual que PSOE aunque más desde la sombra del alcaldable de Podem.

Si sale esta ley adelante, será un mutante, un Frankenstein que tendrá la legislatura presente, un Frankenstein creado por Podem, PP, PSOE y Més Menorca, será la ley mutante del postureo político. Pobre Ibiza.