Este periódico publicaba que unas 15.000 familias tienen que compartir piso en Baleares porque no tienen opción para alquilar un inmueble. La situación es dramática y los políticos han estado de vacaciones durante estos cuatro años. Rectifico. No es que no hayan hecho nada, sino que lo poco que han hecho ha sido errático. Estaría bien pasar cuentas a Viviana de Sans, quien asumió la gestión de Vivienda en el Consell d’Eivissa, no se sabe si para poner en marcha las medidas urgentes que supuestamente Podemos impuso a sus socios políticos en el Parlament. Puro paripé. En Ibiza la única política de vivienda ha consistido en inaugurar varias veces un panel para anunciar unos pisos junto al edificio de la Policía que ya veremos cuándo podrán habitarse. Poco más. En Formentera se entregaron 8 pisos de régimen protegido, que han sido los únicos entregados esta legislatura en toda Balears. Creían que prohibiendo los pisos turísticos aflorarían las viviendas de alquiler a precio razonable, imagino que un proyecto sin ningún tipo de estudio ni análisis un poco riguroso. No hace falta ni decir que esta medida no ha servido para nada porque los propietarios prefieren mantener la vivienda cerrada en lugar de sacarla al mercado. No les compensa. Para más inri, las actuales administraciones limitan la construcción de nuevas viviendas, lo que supone menos oferta y, por lo tanto, que el actual parque inmobiliario sea más caro. El PP tampoco hizo mucho la pasada legislatura por el qué dirán, acomplejados por si les acusaban de favorecer los intereses privados. Así las cosas, el panorama cuando acaba esta legislatura es dramático. Ni hay pisos sociales para acceder a ellos, los precios para comprar son inalcanzables para los bolsillos de los trabajadores y no hay pisos para alquilar. Enhorabuena a todos.