Formentera hace años que se ha convertido en uno de los destinos turísticos más deseados. No es de extrañar por sus magnificas playas, paisajes y entorno natural.
Pero ser un objeto de deseo hace que no esté al alcance de todo el mundo en los codiciados meses veraniegos.

Mayo es una época ideal para visitar Formentera. El tiempo acostumbra a ser agradable, no hay molestas aglomeraciones y casi todo está ya abierto. Para hacerlo más fácil las navieras, muchos alojamientos y alquileres de vehículos ofrecen interesantes descuentos a los visitantes. A modo de reclamo y con la intención de alargar la temporada hay varias citas deportivas como la marnaton, la media maratón o Formentera To Run que atraen a miles de participantes y acompañantes.

Otras citas culturales como la Formentera fotográfica, Formentera 2.0, la muestra de nuevas dramaturgias «Inhòspit», el Film Festival o el de Jazz se han ido consolidando y fidelizando a otro tipo de público.

En Mayo abren también los mercados artesanos de La Mola y Sant Ferran y durante dos fines de semana se pueden degustar delicias de la cocina formenterera a precio muy asequible en la quincena de restaurantes que participan en los fines de semana gastronómicos reinterpretando la gastronomía tradicional. Un calamar de la isla, un arroz meloso, un frito de pulpo o una ensalada payesa, bien valen una visita y cada año son más los que aprovechan esta cita para programar su viaje.

Pasear por los faros del Cap de Barbaria o La Mola sin los agobios veraniegos, o por el pueblecito pesquero de Es Caló o cualquiera de sus playas tiene otro atractivo en Mayo. Aguas cristalinas que invitan al baño o a ser buceadas y caminos rurales que esconden otros paraísos con el sonido del silencio como acompañante. Así es Formentera, venga a comprobarlo.