La situación actual de la Sanidad en nuestras islas es realmente crítica. El principal problema es que no existe gestión clínica, a lo que se añade que la transparencia es nula: no existen datos objetivos del Área Sanitaria, se han suprimido todas las Juntas, algunas importantísimas para calibrar la situación como la técnico-asistencial o la de participación hospitalaria, tampoco se ha realizado ninguna memoria, ni hospitalaria ni en atención primaria.

Está siendo, por lo tanto, una época oscura dictada por Mallorca con una consellera de Salut incapaz de comprender y resolver la problemática sanitaria de nuestras islas, secundada por una presidenta del Govern a la que tampoco le han preocupado. Y qué decir del presidente de nuestro Consell cuyo mayor mérito es estar callado. Y así estamos con la mayor demora media quirúrgica de toda Baleares con el mayor número de pacientes que esperan más de 180 días para una operación. También tenemos el cuestionable primer puesto en demora media y de pacientes con más de 60 días de espera en consultas externas, algo totalmente inaceptable. Sin contar los que esperan una segunda visita, que están realmente en el limbo con retrasos superiores a un año o eternos, todo ello a pesar del descomunal aumento de peonadas, dictada desde Mallorca, con un coste vergonzoso y con el único objetivo de maquillar el problema.

También han intentado incentivar al personal sanitario con el aumento del pago por guardias y se ha normalizado la carrera profesional, pero es una mala solución ya que sigue faltando la fidelización, como hemos pedido repetidamente desde nuestro partido y los sindicatos, especialmente a través del aumento del plus de insularidad. Esto se traduce en falta de facultativos crónica en todas las especialidades, lo hemos denunciado, hemos aportado soluciones, pero desde Mallorca, como siempre, no han querido escuchar.

Realmente esta etapa de penumbra para pacientes y profesionales sanitarios en Ibiza está siendo por contra muy productiva para el PSOE: ha conseguido colocar a familiares, amigos, y algunos simpatizantes. Nunca se habían colocado tantos cargos técnicos y jefaturas como en la actual legislatura. En cuanto a propaganda y promoción también han sido los campeones, como en anunciar mil nuevos profesionales en Can Misses (realmente cuesta creer que si esto no es un burdo ardid electoral, no se haya solucionado el grave problema asistencial) teniendo en cuenta además que tienen la mayoría de los hospitales sin acreditar, lo cual no ha impedido que siguieran anunciando conciertos asistenciales. En esto también son campeones.

Es denunciable también que las ofertas púbicas de empleo no se han completado, incumpliendo la normativa de la Comunidad Europea, y la suya propia, que tanto transmiten a los empresarios. Además existe un sospechoso 70 % de suspensos en algunas de dichas convocatorias y algo más que sospechas de filtraciones en otras.

También lo dedicado a contratos con empresas privadas, así como los pagos a la concesionaria han superado largamente a cifras anteriores, aquí también han sido campeones.

Otra afrenta histórica y tampoco asumida por la actual legislatura es dotar de alergólogos a la sanidad publica de nuestras islas. Somos la única comunidad española sin esta especialidad, además incumplen las indicaciones de la OMS, (un alergólogo por cada 50.00 habitantes), incumplen asimismo el Real Decreto 1030-2006, que asegura la misma cartera de servicios para todas las comunidades autónomas, incumple también el decreto ley del Parlament que instaba a incorporar la especialidad de alergia en las Islas Baleares, y por supuesto deja sin asistencia especializada a más de un 30 % de la población de nuestras islas.

Por supuesto tampoco han solucionado la problemática en Atención Primaria, sin tener en cuenta que nuestros médicos soportan el mayor cupo de Baleares, en unas condiciones difícilmente asumibles. Hay que adecuarlos, reduciendo su cupo, aumentando el número de facultativos, también hay que mejorar los Centros de Salud estructuralmente y por supuesto construir nuevos.

Todo ello con el mayor presupuesto de la historia, pero es evidente que no han sabido emplearlo, como en la liberación del parking de Can Misses, (diez millones le debemos a la Concesionaria), esto sin contar que como parking público puede entrar todo el mundo gratis, pero sin ningún control, por lo cual los pacientes y familiares, que son los usuarios reales, lo tienen casi imposible, efecto de nuevo de la improvisación.

Los ibicencos tenemos razones para estar preocupados. Cada vez dependemos más de la sanidad privada. El Govern de Armengol, con un presupuesto altísimo en sanidad, nos deja con las mayores listas de espera de la sanidad balear, por lo que se evidencia que los socialistas siguen como campeones en mala gestión sanitaria.

Nuestra esperanza es que esto cambie, y solo puede suceder si los ibicencos así lo deciden.