Hace ya una semana del incendio de es Viver. Siete días que han dado para hablar mucho, a muchos. Para sentirse culpable, para culpar a otros, para preguntarse por qué ese edificio llevaba ahí okupado tantos años… ¿Por qué hay que buscar al malo de la película? Sin duda, lo que ha ocurrido es una tragedia, pero creo que de nada vale lamentarse ahora ni culpar a nadie. Ya es tarde. Una persona ha muerto. ¿Puede ser este el punto de inflexión? Me refiero a si de una vez, quienes tienen la posibilidad de hacer algo, pueden hacerlo.

Ahora que las elecciones están a la vuelta de la esquina, cada partido tiene su propuesta en materia de vivienda. Al parecer, lo que prima es que haya más casas. ¡Ale, venga! Todos a construir. Cómo en Ibiza hay tanto espacio… ‘¿Dices que vas a poner 5.000 viviendas en el mercado? ¡Yo doy más, 6.000!’ ‘Bah, yo subo a 9.000’. Bla, bla, bla.

De las algo más de 70 personas que vivían en el edificio que ardió en es Viver, 27 tenían un trabajo estable. Un sueldo con el que no podían pagar un techo en toda la isla. Igual ese es el problema de fondo, no sé. Igual, se me ocurre, que se podrían centrar esfuerzos, mirar por qué ocurre esto y buscar soluciones definitivas. Trabajar todos a una. Es difícil, sí, lo sé. Mucho. Por una parte, tenemos la propiedad privada y el principio de libre mercado y por otra, el artículo 47 de la Constitución Española. Sí, ese que habla del derecho a una vivienda digna y a establecer normas para regular la utilización de suelo e impedir la especulación… El que quiera entender, que entienda. Porque ¿ahora qué? Digo yo que habrá que reaccionar. ¿Alguien se acordará de este incendio de aquí a unos meses?