«¿De qué sirve una izquierda que pierde incluso cuando gana?». Con este pregunta retórica lanzada el jueves desde la tribuna del Congreso de los Diputados por Pedro Sánchez, el líder del PSOE reconocía su incapacidad de unir a las formaciones progresistas en torno a un proyecto político común y compartido cuyo liderazgo a él correspondería como ganador de las elecciones generales del 28 de abril. Pretende gobernar un país pero es incapaz de liderar un gobierno de coalición con su «socio preferente», Unidas Podemos, tan desunidas y tan impotentes como siempre. Sánchez es presidente del Gobierno (ahora en funciones) desde junio del año pasado. Llegó a la Moncloa con 84 tristes diputados, algo que todos dijeron que era insuficiente para gobernar, pero que a él le han bastado para ir tirando de decretos leyes.

Si entonces conformo un Ejecutivo monocolor, ¿por qué habría de aceptar intrusos en el Consejo de Ministros, ahora que goza de 123 escaños? De ahí que desde el primer momento hablase de un «gobierno de cooperación» mientras Pablo Iglesias le exigía una coalición de gobierno. Desde entonces hasta ahora todo ha sido una burda comedia para engañar a sus conmilitones y hacerles creer que Unidas Podemos son unos polizones insaciables a quienes no ha de permitirse subir al barco y mucho menos entrar en el puente de mando. Y se lo han tragado.

La formación morada está inhabilitada para gobernar. Una formación populista, de corte comunista y declaradamente antisistema no debería ostentar ningún poder. Pero ni en el Gobierno de España ni en Govern de les Illes Balears. Y ahí tenemos a Juan Pedro Yllanes de vicepresidente y a Mae de la Concha de consellera, gracias al Pacte de Bellver que hizo presidenta a Francina Armengol, a regañadientes de Més per Mallorca. Dado que Armengol ha sido capaz de domar a la fiera, habrá que sugerir a Sánchez que la ponga a negociar un acuerdo en Madrid, ya que él no puede. Ni quiere.

Sánchez ha perdido en un año el apoyo de Podemos, ERC, JxCat, PNV, Compromís, Bildu y Nueva Canarias. Los mismos que le auparon a la presidencia votando a favor de la moción de censura contra Mariano Rajoy. Pero ¿puede alguien citar algo que desde entonces, haya resultado claramente beneficioso para Balears? Obviemos el REB, que incluso eso fue decepcionante. Luego, ¿serán capaces de entenderse PSIB y Podemos en Balears, mientras en Madrid se detestan? Naturalmente. Lo que haga falta.