El pasado 26 de mayo, tuvieron lugar las elecciones autonómicas y a estas alturas es más que conocido el resultado de las mismas en nuestras islas. De las mismas surgió un gobierno de coalición, conformado por PSOE, Podemos y Més. Se trata de la continuación del gobierno de la pasada legislatura, con la mayoría de consellers que continúan en sus puestos y que por tanto ya llevan cuatro años al frente de sus respectivas áreas. La única novedad es la incorporación al nuevo ejecutivo de dos representantes de Podemos, que hasta entonces habían estado dando apoyo parlamentario al Govern sin formar parte directa del mismo.

Si rebobinamos y volvemos a los días de campaña electoral, recordaremos el listado de promesas que se fueron desgranando día a día en esas dos semanas. Y de todas ellas la que más resaltaba, era la necesidad de intervenir cuanto antes, o más bien de forma inmediata, en la solución del que se reconoció como el principal problema de nuestras islas; que no es otro que la vivienda. Se trata de un problema que se extiende por las cuatro islas de nuestra comunidad autónoma, pero que resulta especialmente grave en Eivissa y Formentera.

Nos encontramos en plena temporada estival y con este problema castigando duramente a las Pitiusas, por lo que era de esperar que de forma urgente se hubiera empezado a tomar medidas para combatir esa lacra social, laboral y económica, por parte de la Conselleria balear responsable y que tiene las competencias para poder hacerlo. Pero por lo que podemos ver, se va dejando que pasen los duros meses de verano, sin que ocurra absolutamente nada, más allá de las típicas propuestas de futuro, que siguen sin efecto alguno de forma rápida y de las que en todo caso cabe esperar algún resultado a medio y largo plazo.

No hace mucho, pudimos leer unas declaraciones del conseller balear del la vivienda en las que afirmaba que esta problemática es la misma en todas nuestras islas, si bien no hace falta ser muy listo para darse cuenta que como ya se dijo antes, donde es mucho más grave y con diferencia, es en Eivissa y Formentera. Y por si al conseller se le hubiera olvidado, cabe recordarle algunas cuestiones, a pesar de que son más que evidentes.

¿Cual es el stock de viviendas disponibles por parte del IBAVI en estas dos islas? La respuesta es fácil y sencilla, cero.

Sigamos. Hace un par de meses se anunciaba por parte de la Sareb, mas conocida como banco malo, una importantísima inversión en la promoción de 628 viviendas. Estas se reparten en 527 para Mallorca y 101 para Menorca. La deducción es facil, en Eivissa y Formentera de nuevo un total de cero viviendas.

Pero hay más. Hace ya un par de años, se anunció la cesión de suelo municipal al IBAVI para la construcción de cuatro proyectos nuevos de viviendas VPO. En dos de esos terrenos del municipio de Eivissa, se notificó el inicio de las obras en el mes de abril de 2018 y poco después se anunciaba el aplazamiento de ese inicio al mes de diciembre del mismo año. La realidad es terca y nos dice que a día de hoy, en agosto de 2019, esas obras no han empezado.

Si pasamos a las subvenciones al alquiler, el panorama no es mucho mejor. Hace unos días se anunció por la Conselleria (esta vez sin rueda de prensa del conseller) la resolución de la convocatoria de ayudas de 2018. Sí, no es que esté equivocado el año, ahora se han resuelto provisionalmente las ayudas de 2018. Se supone que quien solicita esas ayudas (de entre el 40 y el 50% del alquiler), es porque las necesita, pero que vaya a cobrarlas con un año de retraso, no sé si más que ayudar, no les provoca un nuevo problema. La explicación que se ofrece desde la Conselleria para justificar el retraso, hace referencia al elevado numero de peticiones y a problemas de interpretación de los ingresos mínimos.

Ambos argumentos son inasumibles. La avalancha de peticiones se solventa poniendo el personal que corresponda para su correcta tramitación. Lo de los ingresos mínimos es incluso más grave, ya que en este caso se esta aplicando un criterio distinto al que se exige en otras administraciones, entre ellas el Gobierno Central. En Baleares la cantidad mínima que se exige como ingresos, se establece sobre la base imponible; mientras que en los otros casos, incluso en convocatorias anteriores del propio Govern, se venía estableciendo sobre los ingresos brutos. Esto que puede parecer una tontería, en absoluto lo es, ya que ello ha dejado fuera de las ayudas a muchísimas familias de nuestras islas. Y parece ser que de momento, este criterio sigue sin ser rectificado en el BOIB.

Como se puede ver, son muchos los problemas que en las Pitiusas giran en torno a la problemática de la vivienda y no es de recibo que después de haber anunciado la voluntad de actuar decididamente desde el gobierno autonómico, se esté viendo que están pasando las semanas de la temporada de verano y que se sigue sin tomar decisiones al respecto. Antes de marchar de vacaciones, desde la Conselleria se deberían haber aprobado algunas iniciativas urgentes.

Se siguen acumulando los agravios comparativos en cuanto a Eivissa y Formentera. Está bien aprobar propuestas y proyectos para Mallorca y Menorca, pero cabe recordar que Eivissa y Formentera también sufren este problema y con absoluta seguridad, con mucha mayor virulencia.