Se ponen de acuerdo para tumbar a Rajoy, pero les asusta dormir juntos. Es más, Schz incluso ha reconocido que no podría dormir por las noches. Ignoro si tiene pesadillas con Iglesias azotándolo con la coleta, pero en sus declaraciones susurrantes se muestra más cursi que un repollo. También se hace el ofendido cuando habla de Rivera. ¿Fantaseó que el ciudadano enemigo de la mafia nacionalista era una voluble concubina?

«Qué más da que nada fuera nada / si más nada será después de todo,/ después de tanto todo para nada». Mientras desayuno un palo con ginebra y los higos de una tierna payesa, me vienen a la cabeza los versos de ese gran bebedor de chinchón que era el poeta Pepe Hierro.

¡Tanto pollo político para nada! España paralizada y el falcon al servicio del gran oportunista. ¡Ah, si Mariano hubiera dimitido en lugar de marchar orgullosamente a tomar unos whiskies! De nuevo el tostón electoral y la jeta de los candidatos en cada farola. Mítines donde se escuchan salvajadas y tonterías cainitas, parole, parole sin bombón de chocolate para dividir a la masa votante, harta de tanto burrócrata que sueña con la tensión social.

Pero no lograrán jodernos el otoño, pues el votante ibérico ya se desvirgó y hoy en los jetas solo creen fanáticos de partido o algún inocente querubín de eso que llaman juventudes políticas. Las uvas doradas y los suculentos raors, la gozosa chimenea contra los Shylock de las eléctricas, lecturas poéticas contra los falsarios de tanta tesis soporífera… ¡La vida palpitante más allá de la política estulta!
Y si fracasa Schz, siempre podrá publicitar somníferos.