La misión es una actividad importante que los cristianos tenemos que ayudar y en lo que sea posible favorecer. El papa Francisco en los viajes que ha hecho desde que es papa de la Iglesia Católica, ha ido en muchas ocasiones a países donde hay misión de los católicos; así el último viaje que ha hecho ha sido a los países de Mozambique y de Madagascar en África, países donde yo mismo serví cuatro años. Y con sus palabras y acciones anima a la vida de la misión.

Este año se cumplen 100 años de la Carta Apostólica Maximum Illud del papa Benedicto XV. Para celebrar este centenario, el papa Francisco ha convocado un Mes Misionero Extraordinario (MME) en octubre de 2019. Con él, el Santo Padre quiere despertar la conciencia de la misión ad gentes y retomar con nuevo impulso la responsabilidad de proclamar el Evangelio de todos los bautizados. «Es mi intención promover un Mes Misionero Extraordinario en octubre de 2019, con el fin de alimentar el ardor de la actividad evangelizadora de la Iglesia ad gentes» dijo el Papa Francisco en el Ángelus del domingo 22 de octubre de 2017 coincidiendo con la Jornada Mundial de las Misiones de ese año.

Todos los años el tercer domingo de octubre tenemos el día de la misión, con una coleta en las iglesias para ayudar a los misioneros. Y este año el papa Francisco ha convocado a la Iglesia a celebrar de manera especial este mes de octubre como un Mes Misionero Extraordinario.

Objetivos de este mes es mantener la conciencia misionera universal de la Iglesia; retomar con un nuevo impulso la transformación de la vida y de la pastoral de la Iglesia; que todos llevemos en el corazón el anuncio del Evangelio y la conversión misionera y de la pastoral de la Iglesia; que crezca el amor por la misión.

Así este mes misionero extraordinario quiere ser un tiempo especial de animación misionera que nos involucre a todos los cristianos, manifestándolo a través de los gestos y acciones concretas, viviéndolo pues como camino de conversión pastoral y misionera.

El lema que el Papa nos ha puesto para este mes es: «Bautizados y enviados, la Iglesia de Cristo en misión por el mundo».

Cuatro son las dimensiones que nos indica el Papa para vivir más intensamente el camino de preparación y realización de este Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019: 1: El encuentro personal con Jesucristo vivo en su Iglesia, participando en la Eucaristía, en la acogida de la Palabra de Dios, la oración personal y comunitaria; 2: El Testimonio de los santos, los mártires de la misión y de los confesores de la fe, que son la expresión de las Iglesias esparcidas por todo el mundo; 3: La formación bíblica, catequética, espiritual y teológica sobre la misión ad gentes; y 4: la Caridad misionera, como ayuda material para sostener el inmenso trabajo de evangelización, de la misión ad gentes y la formación cristiana de las Iglesias más necesitadas.

Las misiones y los misioneros siempre han sido importantes en el cristianismo. Más aún, son la vanguardia y el referente primero de la evangelización. Al mismo tiempo, todos los cristianos tenemos una misión. Esto significa nuestro nombre, «cristiano», que deriva de Cristo, el «ungido» por Dios para la salvación del mundo. La misión nos corresponde efectivamente a todos los cristianos, según nuestras condiciones y circunstancias en la Iglesia y en el mundo; la misión cristiana es un aspecto esencial de la educación en la fe; esta misión requiere hoy, antes que nada, del testimonio y de la misericordia.

Que todo y especialmente este mes que papa Francisco ha declarado y organizado ello nos ayude, pues, a colaborar bien y mucho en las misiones.