El preacuerdo alcanzado entre PSOE y Unidas Podemos para formar un gobierno de coalición tras las elecciones generales del pasado domingo han sido motivo de alegría desbordante entre los dirigentes de ambos partidos en Balears. El vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, se mostró convencido de que este hito, inalcanzable dos meses antes pero materializado ahora tras la repetición electoral (que ha conseguido que Ciudadanos entre en la irrelevancia política y Vox sea la tercera fuerza más votada en España) supondrá un gran avance para la ciudadanía como ya se está haciendo en Balears. Quedamos a la espera de que nos explique en qué habrán notado los ciudadanos desde principios del mes de julio los efectos mágicos de su gestión y la de su compañera en el Consell de Govern, Mae de la Concha, a quien la mayoría de funcionarios de la Conselleria d’Agricultura no conocen personalmente porque ni siquiera se ha presentado.

Dice el magistrado en excedencia que en Balears el Govern funciona impecablemente bien. Han bastado cuatro meses siendo vicepresidente para que los principales problemas hayan sido superados. Solo hay que ver a la vicepresidenta del Parlament y diputada histriónica de Podem, Gloria Santiago, que se dedica a increpar a la oposición desde la tribuna. Dejemos de lado que habla de educación comportándose con notoria mala educación al emplear indiscriminadamente el tuteo ante personas que le doblan la edad. Santiago olvida que su formación integra el Ejecutivo autonómico con más barracones en centros educativos de la historia de Balears. De los recortes que el Govern Armengol ha aplicado, nada dice. Su agresividad verbal y gestual contrasta con la docilidad lanar que muestra con el Govern. Su excompañero Salvador Aguilera debiera enseñarle lo que es ruborizar a un conseller de Educación.

Gloria Santiago fue directora insular del Consell d’Eivissa y no se recuerda que hiciese nada de provecho durante los cuatro años que cobró un suculento sueldo, mucho más abultado del que había cobrado jamás. Inmerecidamente, claro. Muchos vídeos y muchos discursos, pero tan pronto como los ciudadanos fueron llamados a las urnas, el gobierno insular de PSOE y Podem Eivissa fue enviado a su casa con un suspenso. No presuman de gobernar como si eso fuera bueno por sí mismo y expliquen en qué beneficia a los ciudadanos, al margen de a los cargos de confianza que han enchufado.