La Justicia vuelve a estar ‘on fire’ y no me refiero a la de las Pitiusas, pero eso lo dejo para más adelante. El martes, nueve días después del 10-N, y ocho del abrazo entre Pedro y Pablo, se hacía pública la sentencia condenatoria por el caso de los EREs. La independencia judicial es esa condición que todos los partidos políticos dicen respetar -salvo rufianescas excepciones- pero otra cuestión son los ‘timig’ de la Justicia. Es precisamente ahí, en los tiempos de publicación de una sentencia donde las elucubraciones sobre la intencionalidad se disparan. Es en ese punto donde alguien se puede preguntar el porqué un caso que se ha dilatado en el tiempo hasta lo insufrible, ha rematado la faena demorándose por unos presuntos problemas informáticos hasta superada la cita con las urnas. El resultado ya lo saben: Pedro Sánchez buscando apoyos a unos 120 diputados que seguramente habrían sido bastantes menos si la sentencia de marras se hubiese hecho pública en la previsión inicial fijada para finales de octubre. Como era de esperar, apenas unos minutos después de hacerse pública la primera sentencia condenatoria por la desviación de 679.432.179,09 euros para «alimentar la red clientelar del PSOE», según señala la Audiencia de Sevilla, tuiter abría el coto al torrente de ‘expertos juristas’. Es fantástico observar cómo en cuestión de minutos miles de personas ‘sentencian’ sobre una sentencia de más de 1.800 páginas, el fallo de un caso con 21 acusados y 14.000 folios. Y una vez más, las dos Españas. Teruel Existe y la denominada vieja política vuelve a estar ‘on fire’. Como era previsible, en el día de la sentencia de los EREs la Gürtel volvió a ser Trending Topic. Griñán, Chaves, Magdalena Alvárez y Cia condenados, y el «y tú más», más ‘on fire’ que nunca. Como era de esperar, Pablo Iglesias Turrión de perfil. Y así seguirá hasta que salga alguna de las sentencias que afecten a las filas del otro frente, el Popular.

Mientras tanto la Justicia en Ibiza sigue quemando etapas y la luz al final del túnel parece más cerca. En este caso, el ‘timing’ y las urgencias de los justiciables o víctimas no preocupó a nadie.