El chiringuito de Cala Gració abrirá sus puertas el próximo 1 de mayo con todos los permisos, gracias al PSOE y la difunta Reinicia. La empresa concesionaria, tras dos años luchando contra la inseguridad jurídica que asolaba el Ayuntamiento de Sant Antoni durante el mandato del anterior gobierno, ha anunciado que (si la COVID19 lo permite) iniciará la actividad para la que el gobierno socialista de Pep Tur ‘Cires’ le concedió licencia.

La esperpéntica travesía que ha tenido que sufrir Bambagás S.L. se debe a que los socialistas portmanyins y sus colegas de Reinicia se dedican a gobernar o hacer oposición a coletazos, en función de los titulares de prensa del día. Nada les importa el principio de legalidad, el contenido de las propias licencias que otorgan o la seguridad jurídica. Su máxima es: “Que una licencia no te estropee un titular”. No tuvieron suficiente con el duro revés que les propició el Consell Consultiu al desestimar la revisión de oficio que pretendían, sino que tuvieron el cuajo de exigir al alcalde, Marcos Serra, que hiciera caso omiso a licencias e informes y decretara arbitrariamente la imposibilidad de iniciar la actividad, con las severas consecuencias que ello hubiera tenido para el consistorio y, por extensión, para todos los ciudadanos de Sant Antoni.

Una suma millonaria en forma de indemnización es a lo que se enfrentaría el Ayuntamiento, en caso de no permitir ahora la instalación que en su momento aprobaron los socialistas. El gobierno municipal ha obrado con prudencia y acierto, cualidades ignotas en una oposición que no deja escapar oportunidad de demostrar su escaso nivel y su inmenso oportunismo estéril. Desde la marcha de Laura Carrascosa no se vislumbra atisbo de altura política en sus filas.