Cómo está en el ánimo de todos De esta saldremos como hemos salido de otras. No es cierto que vayamos a salir ni mejores, ni más reforzados. Saldremos fastidiados porque, aunque digan que tienes que ver el lado positivo del descenso de cifra oficial de fallecidos diarios, para mí no hay consuelo en el dato.

Siempre escribo sobre el entorno empresarial y económico, pero, ante todo, soy persona y necesitaba arrancar con esta reflexión.

Entrando en lo que sería mi ámbito, creo que, desde las empresas, debería hacerse una reflexión sobre las lecciones aprendidas que nos va a dejar esta crisis sin precedentes del tipo ‘cisne negro’ (suceso inesperado y de gran impacto socioeconómico).

Cómo digo, empresarios y profesionales, deberíamos, al menos, sacar nuestras propias conclusiones y hacernos algunas preguntas que nos ayuden a salir adelante.

Es importante, desde ya, tomar distancia y analizar cómo hemos reaccionado y el nivel de compromiso de las personas de nuestro equipo. Seguro que alguien nos ha sorprendido y nos enorgullecemos por haber apostado por esa persona. Por otro lado, es cierto, no esperábamos nada de esa otra y la situación nos ha dado la razón. No es el momento de ajustes de cuentas ni de revanchas, pero conviene tenerlo en cuenta y no olvidarlo.
Hay que levantar la mirada y analizar a empleados, colaboradores, clientes y proveedores ¿Han reaccionado como esperábamos?

Resulta clave, asimismo, analizar si nuestra empresa ha podido reaccionar al confinamiento y nuestra gente ha podido teletrabajar o hemos tenido que improvisar soluciones de urgencia porque, sencillamente, no estábamos preparados. ¿Hemos podido mantener una relación fluida con clientes y proveedores? ¿Cómo ha sido el contacto con nuestros asesores laborales, fiscales o jurídicos?

Es el momento de revisar nuestros procesos y tener en cuenta que digitalizar la empresa ya no es un desembolso colosal, sino una inversión que se recupera en muy pocos meses. El otro día oía a un compañero decir: «Utilizamos el móvil para todo (ocio y temas personales) y resulta que, para cosas importantes como nuestra empresa, seguimos sin tener un seguimiento en tiempo real en nuestras aplicaciones móviles». Cuánta razón tiene.

Por ello, y como siempre digo, una veces se gana... y otras se aprende.