La vida da muchas vueltas. Ahora resulta que el denostado Cristóbal Montoro, el ministro que impuso duras restricciones en el gasto de los ayuntamientos, será el responsable de que los municipios dispongan de dinero en caja para hacer frente a la nueva situación económica que viene por delante. El ex ministro Montoro siempre acababa siendo el culpable de los problemas de los ayuntamientos ibicencos, sobre todos los gobernados por la izquierda.. El actual Gobierno, ya saben, ha sido incapaz de sacar adelante unos presupuestos propios, y no parece que en este nuevo escenario lo tenga fácil para preparar unas cuentas que suponga la supresión de la ‘ley Montoro’. Yo nunca he creído que las administraciones deban gastar más dinero del que tienen presupuestado. Este escenario solo debería permitirse en casos excepcionales, como el que estamos viviendo. Lamentablemente muchos alcaldes han despilfarrado mucho dinero para su propio beneficio electoral, sin analizar si las finanzas municipales lo pueden asumir. Como dicen vulgarmente, «el último que apague la luz». Tampoco acabo de entender cómo algunos ciudadanos defienden un mayor gasto público cuando el dinero sale de sus impuestos o de un mayor endeudamiento. Los empresarios, por ejemplo, saben perfectamente que no puede salir más dinero del que entra en caja porque de lo contrario se van a la quiebra. Las administraciones públicas en España están totalmente arruinadas, pero desgraciadamente muy pocos son conscientes de ello y además estamos gobernados por muchos políticos que nunca habían gestionado ni una pequeña mercería. Tampoco parece que nadie haya caído en la cuenta de que habrá recortes importantes en el futuro, y que habría que ser más valientes y reestructurar a fondo las administraciones, que sean más eficientes y menos costosas, y eso no significa recortar en sanidad. Pero eso no ocurrirá. De momento, que disfruten del dinero que tienen gracias a Montoro.