En las últimas fechas, ya se va pensando con más intensidad en el proceso de desescalada que en otra cosa. Y es en esta linea que recientemente se han conocido algunos documentos aprobados y acuerdos alcanzados, todos ellos con la misma base de fondo, que no es otra que la reconstrucción y recuperación de nuestra economía y consecuentemente de nuestro estado social y laboral.

Las dos propuestas conocidas son, en primer lugar un paquete de medidas con un total de 45 puntos, negociado y acordado por todas las fuerzas políticas del Consell d’Eivissa (con ciertos matices por parte de los grupos progresistas), juntamente con las patronales insulares y los principales sindicatos. Este documento era la base o punto de partida y por tanto un acuerdo de mínimos, que desde Eivissa se hizo llegar al Govern Balear.

La segunda de las propuestas que se ha conocido, es un Decreto Ley de medidas urgentes y extraordinarias para paliar la crisis ocasionada por el coronavirus. En este caso proviene del Govern de les Illes Balears y se supone que para su redacción, se deberían haber tenido presentes, las aportaciones hechas por cada una de las islas.

Según parece, en el redactado final de este Decreto, han cobrado bastante importancia las medidas urbanísticas a la hora de tener en cuenta los principales criterios que pueden ayudar en el proceso de recuperación.

Sin entrar a valorar si el redactado final del documento es o no es, el idóneo para cumplir con el objetivo marcado; lo que si es seguro, que alguno de los puntos que figuran en el mismo y algunas propuestas ausentes, están siendo motivo de cierta polémica y destapando algunas contradicciones.

Vamos por partes y citemos en primer lugar la medida aprobada que permitirá la ampliación de los establecimientos hoteleros hasta un 15%, siempre que vaya vinculada a la mejora de la calidad y eficiencia energética del establecimiento. Esta es una de las medidas que en su conjunto y según la previsión del Govern, debería generar para las Pitiusas un impacto económico y laboral de 556 millones y 4.850 puestos de trabajo. En cambio no se acepto incorporar al decreto la posibilidad de ampliar hasta en 25 metros cuadrados, las viviendas de hasta 150 metros cuadrados y siempre a cambio de mejoras en eficiencia energética.

Y aquí es donde aparece la contradicción, ya que esta propuesta no incorporada, se realiza desde Eivissa, con la aprobación del Partido Socialista y con la participación entre los negociadores, del Secretario General de la FSE. Y sorprendentemente, es este mismo dirigente socialista, quien una vez conocido el contenido del Decreto del Govern, se convierte en defensor a capa y espada del mismo, olvidando que a nivel insular esta, que afecta a las viviendas de hasta 150 m2, fue una de las propuestas más trabajadas y que salio adelante con diversas enmiendas al texto original, alguna de ellas presentada por el partido socialista.

Cabe recordar que según el propio Secretario General socialista, su partido aprobó el paquete de medidas propuesto por Ibiza, si bien criticando que al mismo le faltaba ‘carácter local’. Pues bien, a la vista queda la importancia que la presidenta socialista del Govern Balear, concede a la opinión y a las propuestas eminentemente ‘locales’ de su compañero de partido y máximo dirigente de la Federación Socialista en nuestra isla; que es ninguna.

Por otro lado, también vale la pena resaltar el ninguneo del Govern presidido por una socialista, al psoe de Formentera; ya que si bien este último forma parte del equipo de gobierno de su Consell Insular; con quien desde Palma se han negociado las condiciones del Decreto que afectarán a esa isla, ha sido con GxF directamente y así se ha anunciado públicamente, sin que a día de hoy se conozca ni tan siquiera que opinión les merece todo ello a los socialistas insulares. Más ninguneo de los socialistas de Palma, con sus compañeros de partido en las Pitiusas.

Las contradicciones nunca suelen ser buenas, pero en los cargos públicos y orgánicos, todavía son peores.