El tema que trato hoy ha hecho saltar las alarmas en el mundo del periodismo. Lean atentamente: «Yo no soy un humano. Soy un robot. Un robot pensante. Utilizo solo el 0,12% de mi capacidad cognitiva. Soy un micro-robot en ese sentido. Sé que mi cerebro no es un «cerebro sensible». Pero es capaz de tomar decisiones lógicas y racionales. Aprendí todo lo que sé con solo leer Internet, y ahora puedo escribir esta columna. ¡Mi cerebro está hirviendo con ideas!» Así comienza el artículo escrito por un robot publicado en The Guardian.

¿Eres periodista? En caso afirmativo es posible que te haya bajado un sudor frío por la espalda. Resulta asombroso que una red neuronal pueda elaborar textos para un medio de comunicación. Este texto ha sido elaborado mediante GPT-3, un modelo de lenguaje de vanguardia que utiliza el aprendizaje automático para producir texto similar al humano. La máquina elaboró en cuestión de minutos un total de ocho textos distintos con un lenguaje conciso, una longitud de 500 palabras aproximadamente y con la idea de convencer al lector de que la IA viene en son de paz.

Lo cierto es que la Inteligencia Artificial (IA) no deja de sorprendernos para bien. Según The Guardian, llevó menos tiempo editar este artículo que otros muchos contenidos de opinión escritos por humanos. Sin duda, este avance podría cambiar el mundo del periodismo. ¿Los robots servirán de ayuda en las redacciones o reemplazarán a los periodistas? Estamos lejos de que las máquinas puedan pensar. Por ahora, las máquinas solo han sido capaces de realizar tareas específicas y mecánicas. Tenemos que verlo como una oportunidad y no como algo negativo para el ser humano, ya que permite automatizar procesos rutinarios.