Las elecciones de EEUU celebradas este martes tienen un peso mundial. La influencia de la Casa Blanca es enorme en las esferas política, social, militar y cultural a nivel global. Un 2,1% de la población del planeta ha decidido lo que ocurrirá en el tablero exterior en los próximos cuatro años.

En el último mandato hemos acudido a un ataque en el tablero mundial por parte de la Administración Trump. Los acontecimientos de los próximos cuatro años están por descubrir, aunque sin duda la política internacional de EEUU se mantendrá invariable. Estados Unidos sigue siendo la gran potencia que todavía lleva las riendas de este planeta y, por tanto, su política exterior repercute internacionalmente. Es cierto que EEUU está tocado a causa de la pandemia de la Covid-19 y, sobre todo, del auge de Rusia y, muy especialmente, China, que está jugando muy bien sus bazas. China ya ha sobrepasado a Estados Unidos en aspectos tecnológicos y económicos, aunque por ahora no le ha ganado la batalla en el terreno militar y geopolítico. EEUU cuenta con muchos recursos: petróleo; 800 bases desplegadas a nivel global; un Fondo Monetario Internacional; un Banco Mundial; una gran cantidad de viejos colaboradores; y un largo etcétera de ventajas.

Aunque Estados Unidos tiene que comenzar a mover ficha cuanto antes para recuperar poder y evitar que China siga ganando terreno en el tablero internacional. Por otro lado, Europa es consciente de que, tras el desenlace electoral, la relación transatlántica se mantendrá invariable. La Unión Europea ha vivido cuatro años de desencuentros con la Administración Trump. Por desgracia, el papel de Europa en la geopolítica ha quedado reducido al de mero espectador.