Los representantes de diversos sectores económicos de la isla, representados en la mesa ejecutiva de Fomento del Turismo, hemos valorado los pros y contras del uso comercial del puerto de Sant Antoni, que afecta a la conectividad de la isla y su economía.

Ante todo, coincidimos en destacar que es de vital importancia para la isla en general, no depender de un único puerto para todo el territorio, no solo por razones económicas sino también por criterios estratégicos y de seguridad operativa para todo el territorio. Consideramos que es un importe vector económico para la zona, y es posible compaginar en Sant Antoni un puerto con actividad comercial y de pasaje, una actividad deportiva y turística a través del Club Náutico y una actividad primaria con la Cofradía de Pescadores. La vida de Sant Antoni ha girado siempre en torno a estos tres pilares económicos y es posible aplicar criterios de eficiencia y sostenibilidad a todos ellos para una gestión mixta de todos los recursos.

Para ello, es necesario que todos los aspectos que han salido a debate en los últimos meses encuentren su correspondiente programa de mejora y seguimiento. Coincidimos por tanto con el movimiento “Salvem Sa Badia” y el comité ciudadano del Plan Estratégico de Sant Antoni que el principal problema de la bahía y origen de la mayoría de los problemas debatidos es el vertido indiscriminado de aguas residuales, los lodos acumulados en el fondo tras años de mal funcionamiento de los sistemas de depuración, y el fondeo ilegal de numerosas embarcaciones que dañan la posidonia. En este sentido, el informe dado a conocer en las últimas semanas por Ports Illes Balears, órgano gestor del puerto, se hace referencia al oleaje y remoción del fondo de estos fangos como uno de los puntos que necesitan solución, por lo que obligaría a incorporar medidas correctoras en el tráfico del puerto, como la reducción de velocidad de los buques al salir y entrar en la bahía. Pero sin olvidar que lo que realmente está pendiente tras este debate, es la calidad del agua y el control de los vertidos.

Otro de los puntos de debate ha sido si era conveniente decidir entre pasajeros y vehículos, cuando este debate no es posible, ya que hoy en día casi todas los buques de largas travesías son mixtos, por lo que hay que recentrar el debate de los ferris en el tránsito que generan, y pensar en cómo mantener el puerto comercial operativo, dotándolo de todas las medidas de seguridad para la convivencia del uso mixto del puerto y dotar al pueblo de mejoras estructurales como podría ser un acceso secundario para el tráfico de los ferris, comunicando el puerto al pueblo, e integrándolo con el área marítima.

Todas las propuestas en contra, de la reapertura de tráfico comercial en el puerto, tienen una medida correctora posible, medidas necesarias para el pueblo incluso sin ferris y por el contrario, no hay alternativas a cerrar una vía económica y de conectividad como es un puerto para un territorio, porque aunque el debate afecte a los vecinos de Sant Antoni, el puerto es una instalación para toda la isla. Por ello Fomento del Turismo está a favor de la vuelta de los ferris, pero consideramos que todos los factores que se han puesto sobre la mesa con este intenso debate se analicen con el fin de mejorar nuestro territorio, el uso de la bahía para el baño, el desarrollo y conservación de la posidonia y los usos deportivos. Todo ello regulado y gestionado de forma eficiente.