Se dan cuenta de que hace un año, nadie había oído hablar de las PCR? (Reacción en cadena de la polimerasa, conocida por sus siglas en inglés). Pues bien ahora esa enzima que permite replicar ácidos nucleicos va a ser la gran salvadora de la temporada turística 2021, o eso esperamos todos.

Por fin el gobierno central ha dado el paso de exigir la prueba en origen al viajero internacional. No es suficiente, pero es un primer paso para hacer lo propio con los viajeros nacionales como están pidiendo las autoridades isleñas para blindar los puertos y aeropuertos.

Algo más sabíamos de Pfizer, quizás no de la marca, pero si de su pastillita azul que tantas alegrías ha dado a tantos y tantas. Los fabricantes de la Viagra, dicen tener la vacuna contra el Coronavirus, que empezará a distribuirse en enero.

Pero vamos a ser sensatos, a falta de conocer la efectividad de la vacuna en humanos, los efectos sobre la propagación del virus según los epidemiólogos empezaran a notarse en unos 6 meses, o sea, con el verano ya en marcha.

Mucho alborozo sería pensar que la vacuna va a ser la solución infalible para tener un año turístico como el 2019 y el que no lo vaya asumiendo está destinado al fracaso.

Sobre todo teniendo en cuenta la tropa que toma las decisiones importantes, que ha tardado meses en exigir las PCR. Y es que esta crisis no es solo sanitaria, lo es también política. Los políticos han tenido la oportunidad de abordar este asunto de manera solidaria y cooperativa, sin embargo han escogido la individualidad. Cada administración va a la suya y a nivel global, la misma actitud han tomado todos los países.

Lo de que «saldremos más fuertes» permítame ponerlo en duda, yo con que nos salvemos con una cierta dignidad ya me doy por satisfecho. Toca atarse los machos.