Hace tiempo que tengo la sensación de vivir en una película de mis admirados Monty Python. Sin embargo, desgraciadamente, luego enciendo la televisión, leo los periódicos y escucho las tertulias y me doy de bruces con una realidad que por más que parezca surrealista es durísima. Sé que España no está para chanzas y chascarrillos con el número de muertos y contagiados por coronavirus disparado sin frenos y con el 16,13% de nuestra población activa en paro, excluyendo a las 900.000 personas que están en ERTE, pero el día a día también nos deja situaciones y momentos que darían para escribir y rodar La vida de Salva.

El paso por el Ministerio de Sanidad de Salvador Illa Roca, inspiraría sin duda el nuevo éxito del popular grupo inglés, con el gran Eric Idle en el papel del ahora candidato a la Generalitat y con Michael Palin haciendo de Fernando Simón o John Cleese en el de Pedro Sánchez. Serían momentos inolvidables en versión Monty Pyton sus ruedas de prensa, sus continuas idas y venidas en las decisiones y consejos a la ciudadanía para superar la pandemia, sus discusiones y reuniones con las comunidades autónomas, su batalla con la Comunidad de Madrid o aquel «Salvador Illa no tiene problemas en pedir perdón por sus errores» que dijo Pedro Sánchez cuando su ministro, al despedirse, aseguraba que no se arrepentía de nada de lo que había hecho con más de 56.000 muertos por el virus según la versión oficial. Pero lo mejor, sin duda, seria ver a Eric Idle diciendo, con cara de su personaje de Loreta en La Vida de Brian, «me considero un servidor público y siempre estaré donde creo que pueda ser más útil».

La única duda es cómo se gestionaría la escena de Pijus Magnificus... Mientras lo pensamos entre todos, volvamos a la realidad. La de los parados, los muertos, los contagiados y la de un país que parece de película.