Existe toda una teoría clásica y compartida de forma mayoritaria (que no implica que sea la correcta) para explicar las causas del desempleo en España, estas vienen determinada por los siguientes parámetros: la reducida movilidad geográfica, la poca movilidad entre sectores, que la prestación por desempleo es elevada, la economía sumergida, el respaldo familiar y la crisis.

Qué duda cabe que muchas son ciertas y explican la situación actual, pero la reflexión que me hago es la siguiente, si desde hace años la explicación a la situación del desempleo está tan bien definida y la mayoría de los expertos lo tienen tan claro y sobre esas medidas pivotan las actuaciones de la administración (local, autonómica, estatal y europea) para reducir el nivel de desempleo; una de dos: o las política y actuaciones que se plantean no son las adecuadas, o dos, el análisis no es del todo correcto. ¿Porque sino como se explica que después de tantos años sigamos en la misma situación de paro estructural (en jóvenes y mujeres) y en tasas tan elevadas?

En cualquier caso, este análisis muy internaste y que seguramente requiere de más espacio que el de un artículo de opinión, queda totalmente eclipsado por la reciente situación que genera la pandemia del Covid-19. La pandemia del Covid-19 rompe todos los esquemas y las series de empleo y desempleo.

En el siguiente gráfico de la encuesta de población activa, que realiza el INE periódicamente desde 1964, se ve como en el cuarto trimestre de 2019 el número de ocupados era de prácticamente 20 mill de personas (19.966.900) y como por el impacto de la pandemia en el segundo trimestre de 2020 cae prácticamente en 1,4 mill de ocupaciones (18.607.200).

Fuente (INE) 2020, encuesta población activa tercer trimestre, España.

Si bien es verdad que en el tercer trimestre y por efecto de la temporada estival, pues como bien sabemos en Baleares, España dispone de una elevada tasa de desempleo estacional. Se volvió a recuperar cierta actividad económica, principalmente en el sector turístico y la encuesta así lo muestra marcando una subida de la población ocupada de 570 mil personas (19.176.900). Estas caídas y recuperaciones tan bruscas sólo se explican por la irrupción en nuestras vidas, y en toda la estructura socioeconómica mundial de la pandemia. Durante muchos años la economía mundial ha padecido crisis de manera cíclica (la última en 2008), se ha “preparado” para crisis energéticas, militares, religiosas… Pero seguramente muy pocos o casi nadie previó que la mayor crisis de carácter Mundial iba a ser por efecto de una pandemia, por una crisis sanitaria. A pesar de que ya había habido varias advertencias como la Gripe Aviar H5N1 en 1997, la Gripe A H1N1 en 2009-10, o la epidemia de Ébola 2014-16. Todas estas epidemias ya nos indicaban que la posibilidad de una pandemia de carácter Mundial era posible y que ella afectaría al todo el sector productivo y por ende a la ocupación y generaría tasa de desempleo muy elevadas, por no hablar de la terrible pérdida de vidas humanas.

Es evidente que esta nueva situación de la pandemia ha creado un nuevo escenario que va a modificar el empleo tal y como lo hemos conocido hasta ahora, no porque se inventen sistemas novísimos de producción (o no sólo eso) sino porque podrán ponerse en práctica propuestas hasta ahora minoritarias o que sólo existían en el plano teórico, como es por ejemplo el teletrabajo. Pues según un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, sobre la base de encuestas y datos del INE, éste pasar de un 5% a un 34% durante la pandemia.

Seguramente una de las soluciones al desempleo vaya por la posibilidad de teletrabajar que además va a suponer un ahorro medioambiental al evitar desplazamientos y de costes para muchas empresas que van a tener que van a ver reducidos sus costes fijos como el alquiler de espacios (oficinas) o de equipos. Asimismo, y muy ligado al teletrabajo otra de las posibilidades de creación de puesto de trabajo y ahorro de costes es la reducción de la jornada laboral a 4 días semanales o 32h. ¿Es posible instaurar la jornada laboral de 4 días? Por supuesto que sí y desde UGT creemos firmemente en la propuesta. Desde 2018 UGT viene reclamando la jornada laboral de 32h semanales, o de 4 días desde el año 2020 y será uno de los temas a tratar en el 43 Congreso Confederal. Reducir la jornada laboral semanal a 32 horas, en línea con las propuestas de la Confederación Europea de Sindicatos sobre reducción colectiva de la jornada laboral semanal sin recortes salariales, para favorecer la contratación de nuevo empleo.

De todos modos, lo más probable es que la solución a corto plazo de la situación de desempleo en España venga de mano de la ciencia en forma de vacuna, y que una vez que se produzca la inmunidad de grupo, el mercado laboral y la economía vuelva en unos años a la situación del año 2019, pero no por ello debemos dejar de proponer las medias expuestas anteriormente (teletrabajo y jornada laboral de 4 días) en aras a conseguir ampliar el número de personas empleadas y reducir la tasa de desempleo estructural de nuestro país.