Abandonados por las administraciones. Así se sienten buena parte de los vecinos que viven en ses Feixes des Prat de ses Monges. El lunes a primera hora un incendio en ses Feixes de Talamanca volvía a encender todas las alarmas en un pulmón verde, cada vez menos verde y más insalubre por la proliferación de casas ocupadas donde se acumulan toda clase de enseres, chatarras y basuras.

«Hasta que no pase una desgracia o se queme todo no nos harán caso. Y visto lo visto, igual tampoco nos harían mucho caso». Así se expresaba el lunes un grupo de vecinos que desde hace años vienen clamando en el desierto, en el abandono abonado por el hecho de depender de Vila o Santa Eulària, en función de en qué margen se encuentra su propiedad y en última instancia del Consell. Esa ‘tierra de nadie’ es aprovechada por las administraciones para dejar pasar el tiempo y la situación va degenerando.

Hace ahora dos años, los vecinos del ‘rebost d’Eivissa’ ya trasladaron sus quejas al Ayuntamiento de Vila por la falta de iluminación, los maltrechos caminos y la basura y restos acumulados en los canales. Reiteraban unas quejas que ya habían trasladado años atrás. Dos años después la situación sigue siendo igual o peor ya que las ocupaciones se extienden ante la inacción de otros propietarios que han dado por perdidas sus parcelas.

El próximo mes se cumplirá una década de la firma entre Consell y Govern de un convenio que proyectaba una limpieza integral de ses Feixes, un lavado de cara que diez años después se antoja más necesario que nunca o se corre el riesgo de convertir el rebost en un estercolero. ¡Qué lejos queda el «Salvem ses Feixes»!