Una vez más no entiendo el mundo en el que vivo. No sé si pedir que lo paren e irme a vivir de ermitaño o seguir intentando aportar mi granito de arena para que mi pequeño Aitor no se sienta decepcionado cuando se haga mayor.

El motivo de mi gran duda viene cuando la joven de 28 años Kaoutar Ziani Akrirout, investigadora biomédica en un proyecto europeo que estudia la regeneración cardíaca tras un infarto del miocardio mediante la aplicación de terapia celular en el centro de investigación Lascaray Ikergunea de Vitoria Gasteiz, nos cuenta el problema de sus sueldos precarios y la falta de inversión privada y pública mientras participantes de programas de Telecinco cobran cantidades desorbitadas. Y es que según la revista Rumore, en 2019, Mila Ximénez y Antonio David, llegaron a cobrar 30.000 euros a la semana por participar en el gran programa de televisión GH VIP. Anabel Pantoja y Alba Carrillo, se ingresaron 15.000, un tal El cejas 12.000 y Hugo Castejón, 5.000. Y por debajo, los que menos… 4.000 euros a la semana. Y eso por no hablar de los influencers que, según algunas estimaciones, pueden ganar más de 4.580 euros por una publicación si tienen más de 500.000 seguidores o 18.300 euros si alcanzan el millón. Tela marinera.

Confieso que todo esto se me escapa y me desborda. Será porque no soy su público objetivo, porque no los sigo y porque nunca he visto estos programas, viviendo al margen de todo ello. También puede ser porque prefiero el capítulo de la serie Imprescindibles que el domingo pasado dedicó La2 de Televisión Española al gran periodista y escritor Manu Leguineche a la Isla de las Tentaciones, Sálvame Deluxe o programas parecidos. O tal vez porque creo que a la investigación habría que dedicarle más inversión porque al final está en juego nuestra salud y sin salud, no hay nada.

Ojalá Aitor, dentro de unos años, pueda ver más investigaciones con resultados y menos programas de Telecinco.