Francina Armengol ha optado por la indiferencia ante los casos de corrupción protagonizados por cargos públicos y un destacado líder social como el obispo Sebastià Taltavull, que se vacunaron antes de que les correspondiese hacerlo, por más que se diga que nadie se ha saltado el protocolo. Ante el deterioro de su imagen y la escalada de voces críticas, a la que se suman sus socios de Govern, Més y Podemos, la lideresa socialista recurre a la crisis de gobierno como método para retomar la iniciativa y distraer la atención. El martes en el Parlament la consellera de Salut, Patricia Gómez, reconoció errores en el primer día de vacunación y que para no desperdiciar vacunas, se las pusieron a determinados cargos públicos. Sin embargo, Armengol se enrocó defendiendo, contra las evidencias, el cumplimiento estricto del protocolo.

Se confirma la máxima que dice que cuando un presidente elogia y ratifica a sus consellers, como hizo Armengol en la entrevista concedida a Nekane Domblás y publicada aquí el domingo, es que va a cortar cabezas. La remodelación anunciada ayer se circunscribe a las conselleries que puede tocar sin molestar a sus socios y no envía a nadie al paro, lo cual es un modo de premiar a los cargos salientes. Entran en el Ejecutivo Mercedes Garrido, Josep Marí Ribas ‘Agustinet’ y Miquel Company. Salen Pilar Costa, Marc Pons e Isabel Castro. La salida de Costa y Pons es cuando menos extraña.

Marc Pons se va a Madrid para ser el jefe de gabinete de la Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. Será interesante comprobar qué tal defiende los intereses de Balears desde el Gobierno de España, algo que a primera vista parece incompatible. Por nuestro bien debemos desearle suerte. Pilar Costa, por su parte, vuelve a la portavocía del Grup Parlamentari Socialista, desplazando a Silvia Cano, que es un cero a la izquierda. Recordemos que la expresidenta del Consell d’Eivissa ya comenzó en ese cargo al inicio de la legislatura anterior y tuvo que sustituir en el Govern a Joan Bonet cuando éste enfermó. Ahora vuelve al Parlament ya que es diputada por Eivissa. Y no pierde su aforamiento, algo que sí pierde Pons.

Martina Mora, titular del Juzgado de Instrucción 3, ha prorrogado el secreto del sumario por el que el 24 de julio se registró la sede de la Autoritat Portuària de Balears (APB) con la detención de su entonces presidente, Joan Gual; su todavía director, Juan Carlos Plaza, y otros tres directivos. La magistrada justifica la prórroga en el «elevado número de personas implicadas», lo que apuntaría a que hay otros investigados por corrupción al margen de los ya conocidos, entre quienes se encuentra Dolores Ripoll, jefa de la Abogacía del Estado en Balears. ¿Quizás otros miembros del Consejo de Administración de la APB? Pilar Costa y Marc Pons lo son y lo fueron durante el periodo que está bajo la lupa judicial. Ahora salen sorpresivamente del Govern. Debe ser casualidad. O quizás Armengol se anticipa a los posibles problemas de cuando se levante el secreto del sumario.