¡VOX, da la sorpresa!

España está en bancarrota, el frío y el paro atenazan al pueblo mientras sus representantes no huelen la crisis ni tangencialmente y sus prioridades se centran en buscar huesos de hace 80 años por las cunetas, renovar la flota de coches oficiales y que los huevos que lleguen a nuestro plato provengan de gallinas libres de la opresión de los granjeros (¡sin duda, las preocupaciones trascendentales que nos impide conciliar el sueño!). La ormetá de silencio que durante cuatro décadas ha permitido la supervivencia de un sistema autonómico depredador e insolidario y de una casta política interesada exclusivamente en medrar y acaparar prebendas, de repente, hace aguas por todas sus costuras; ya no engañan a nadie y hasta el más tonto del pueblo, ojo, si necesidad de que lo grite ningún mocoso, es consciente de que el rey está desnudo (espero, para evitar suspicacias, que mis lectores conozcan el cuento de H.C. Andersen). Así es, y solo los sinverguenzas que viven del tal invento y quieren conservar sus privilegios endogámicos, defienden a estas alturas un modelo político y territorial cuyo único fruto es la confrontación, la pobreza y el atraso. VOX, va a dar esta noche la sorpresa y la va a dar porque al ciudadano corriente de la calle (al que le importa una higa dónde está enterrado Franco o que hayamos pasado de ser hombres y mujeres a metamorfearnos en 37 subespecies distintas), a ese padre de familia al que obligan a cerrar su negocio, a pagar impuestos hasta por sonarse los mocos, a callar e inclinar la cabeza servilmente sino quiere recibir el tentetieso del jefecillo de Hacienda, el que contempla atónito cómo se protege a los delincuentes por más delitos que acumulen y se idean leyes para garantizar el confort de la chusma ocupa, a esa persona que ha cotizado toda su vida y que cuando solicita una ayuda mínima ha de enfrentarse a un laberinto de requisitos inquisitoriales y burocracia kafkiana mientras que, sin despeinarse siquiera, se les asigna una paga a los menas que supera en muchos casos la pensión que recibe un jubilado o se aloja en hoteles de cuatro estrellas (¡hay que cuidarlos, se les da la nacionalidad y son futuros votantes de izquierdas!) a los miles de desesperados que entran ilegalmente en España violentando nuestras leyes, a ese abuelo, decía, que vive en barrios que lentamente se degradan invadidos por gentes ajenas a su forma de vida y cultura, a esa madre que solo desea sacar adelante a su prole y poder pasear por la calle sin miedo (lo diré bajito por lo del discurso políticamente correcto) y, a cientos de miles de ciudadanos; ¡se le han hinchado las pelotas y han dicho basta! ¡Un basta furioso que nace de la desesperación y hartazgo! El manido discurso de la progresía de mariscada y rolex de que vienen los fachas, de si son esto tan malo o lo otro, mil veces peor, que si los herederos de Franco y te van a quitar las libertades o son machistas y celebran aquelarres donde sacrifican niños… Ya no cuela, a base de usarlo tanto, lo han desgastado como una pastilla de jabón en las manos de una cuadrilla de mineros. De nada sirven ya sus quejidos infantiles ni los pucheros de nueva casta mientras el pueblo espera en las colas del hambre y ellos acumulan sirvientes y niñeras, posan para las revistas de moda y juran y rejuran, desde sus palacetes de la zona alta, que la revolución que no llega nunca logrará que vivamos trabajando solo unas pocas horas semanales, que lloverá maná del cielo, será gratis la electricidad y el agua o que los millones de pobres que previamente hayan creado conocerán la felicidad más absoluta tras conseguir su rollo de papel de váter y el litro de leche del racionamiento. Ya no se trata de de los de arriba o los de abajo, de partidos de izquierdas o derechas, de Sarriá o Ciudad Meridiana, se trata del cabreo incontrolable de la calle que desprecia los jeroglíficos egipcios con los que les hablan las élites políticas, del PP a Podemos, mientras mancillan su dignidad y los hace cada semana más pobres y que, de repente, se ven amenazados por la tormenta del discurso contundente de VOX que desmorona sus paredes de paja: revertir el Estado de las Autonomías, expulsión inmediata de los delincuentes extranjeros y de todo aquel que entre de forma ilegal en nuestro país, bajada de impuestos, prohibición de los partidos separatistas que paradójicamente reciben cantidades astronómicas del Estado que intentan destruir, desalojo inmediato y penas de cárcel para el delito de ocupación, endurecimiento de penas para los violadores, asesinos y delincuentes multirreincidentes, fin de la inmersión linguística, derecho a elegir modelo educativo, protección de la familia y ayudas a la natalidad, freno a la islamización de la sociedad española (especialmente en lo referente a la creación de guetos), recuperación de la transferencias en materia de Educación, reivindicación de nuestra historia y recuperación del orgullo hispánico contra la dictadura del Nuevo Orden Financiero que nos quiere sin identidad, mudos y sumisos... Lo repito, esta noche todo el mundo hablará de nosotros, además, los resultados de este domingo en Cataluña van a ser trascendentales para el futuro de España y comenzar a librarnos del yugo opresor que desde hace cuarenta años nos somete y arruina. VOX, avanza como una apisonadora sobre lo políticamente correcto y los partidos convertidos en caspa, VOX, en estos momentos, es la única esperanza contra el vacío diario al que nos condena la oligarquía política y sus proclamas huecas, de esta España moribunda que nos están legando de taifas y reyezuelos feudales, menas y ocupas, delincuentes mimados por los jueces, turbas de ninis de porro y litrona convertidos en los amos de la calle, queridas y amiguetes colocados a dedo y de corruptos que se dicen representantes del pueblo ajenos a los miles de compatriotas que hacen colas chavistas para que les den una bolsa con comida .Ya lo auguro sin ser Nostradamus: ¡esta noche empieza un cambio tan esperanzador como importante!

P.D (El Gobierno aumenta un 9%, hasta los 112 millones de euros, la partida presupuestaria para las campañas institucionales de difusión hasta el año 2025). ¿Colas del hambre, qué colas?