En este artículo voy a tratar el asunto del abuso y la explotación sexual de menores en línea a raíz de mi colaboración en una investigación realizada por un equipo de periodistas de México.

Cualquier menor de edad puede convertirse en víctima de esta realidad. Según el Índice de Seguridad de los Niños en Línea realizado por el DQ Institute, casi el 60% de los niños entre 8 y 12 años encuestados en 30 países está expuesto a una o más formas de riesgo en la red.

El confinamiento por la pandemia ha provocado un aumento considerable del número de delincuentes que intentan ponerse en contacto con menores de edad y del intercambio de contenido de material relacionados con el abuso sexual infantil mediante el uso de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea.

Los pedófilos utilizan siglas y palabras clave para referirse al material pornográfico, y evitar así ser detectados por las autoridades policiales y los algoritmos de las redes sociales. Como he comentado anteriormente, cualquier menor de edad puede caer en las redes de estos pedófilos.

Por ese motivo hace falta la colaboración y participación proactiva entre las plataformas so-ciales, las instituciones, las fuerzas de seguridad, el sector privado, la sociedad civil y las familias para abordar y prevenir la proliferación de este tipo de riesgos.

Otra de mis recomendaciones es que sigan los siguientes consejos: proteger adecuadamente sus dispositivos; utilizar contraseñas seguras, secretas y robustas; no abrir archivos o enlaces de remitentes desconocidos; configurar correctamente la privacidad de sus redes sociales; no compartir imágenes y/o vídeos íntimos; no dar datos privados a personas que no sean de confianza; no quedar con un amigo ‘virtual’ en la vida real sin consultarlo previamente con un adulto; proteger la privacidad tapando la webcam; y denunciar el ciberacoso, entre otras medidas.

Puede leer la investigación en el siguiente enlace: http://ow.ly/K5pB30rxgNO