El socialista Vicent Torres ha dejado su puesto como interlocutor con el Parlament de la Conselleria de Turismo. Este cargo inventado para distintos departamentos del Govern sustituye a lo que toda la vida han hecho los secretarios generales técnicos o los jefes de gabinete, con la ayuda siempre de los portavoces parlamentarios de los grupos políticos, que además de diputados también cuentan con una importante estructura de administrativos, jefes de prensa y asesores varios.

No voy a discutirle a Torres que haya dejado el cargo por motivos personales, que esté cansando de tantos viajes entre Palma e Ibiza, y lo comprendo mejor que nadie, pero lo que no dice el dirigente socialista es que el pasado mes de agosto fue relevado como director adjunto de la Agencia de Turismo por la novia del conseller de Turisme, Iago Negueruela, un asunto del que apenas se habla a pesar de que algún portavoz lo ha denunciado en debates parlamentarios. Lamentablemente Torres, con experiencia en el sector turístico, fue sustituido en agosto por una persona sin ningún conocimiento sobre turismo, según se desprende del portal de transparencia del Govern.

Es importante que se sepa que mientras los hoteles iban cerrando sus puertas cuando comenzó la segunda ola, el conseller iba colocando a hijos de militantes socialistas y a su propia pareja en cargos con sueldos que superan los 50.000 euros anuales.

Como si no hubiera pandemia ni crisis económica, con miles de empresas al borde de la quiebra y miles más confiando en que lleguen algunos turistas este verano, Negueruela ha optado por asegurar la legislatura de amigos y conocidos con currículums bastante mediocres.

Todo lo demás importa poco. Tampoco cuenta Torres en su elegante despedida que Negueruela ha aprovechado esta tercera ola para hacer más nombramientos de altos cargos. Y luego los insolidarios son los youtubers que se quieren ir a Andorra.