Los últimos días ha habido mucho ruido político en Sant Antoni y es cuando menos curioso que eso no se perciba internamente dentro del equipo de gobierno pero en cambio se publique en la prensa.

La realidad es que estoy contento y muy orgulloso del trabajo realizado por todo el equipo y del rumbo que llevamos. Cualquier área del Ayuntamiento siempre podría ir mejor, pero es que en la vida todo se puede mejorar y para eso trabajamos cada día con todo nuestro esfuerzo y dedicación.

Hay que recordar que tanto el PI como Ciudadanos son dos partidos que vienen de dos batacazos electorales, el primero perdió dos concejales y 800 votos respecto a la legislatura anterior y el otro venía con muy buenas perspectivas de las elecciones nacionales que se celebraron justo un mes antes pero finalmente obtuvieron 1.100 votos menos y solo consiguieron sacar un concejal. Muy distintos fueron nuestros resultados que con 3.000 votos logramos un concejal más respecto a la legislatura anterior y recuperamos mil votos en Sant Antoni respecto a las elecciones nacionales del mes anterior. Quizás por ello entiendo que cualquiera de ellos quiera intentar visibilizar sus partidos para intentar sacar el máximo rédito político a sus 400 respectivos votos y lo comprendo.

Creo que si algún partido está pendiente sólo de las próximas elecciones y espera conseguir más votos con titulares y ultimátums políticos a sus socios de gobierno se equivoca. Los vecinos de Sant Antoni nos votaron porque quieren que gestionemos el municipio de la mejor manera posible pero no vernos enfrascados en batallas políticas y menos mientras sufrimos la mayor crisis social y económica de las últimas décadas. Eso justamente es lo que hacen mis compañeros de partido que, a pesar de ser especialmente trabajadores y resolutivos, son discretos y no buscan titulares, cualidades que imagino que son las que los ciudadanos esperan de quienes les gobiernan y confío que así lo perciban de ellos.

Tengo que decir que me siento muy orgulloso de ser el alcalde de mi municipio, algo que nunca habría imaginado, pero ahora es una tarea que intento llevar con entrega y humildad. En lo que a laboralmente se refiere, no me preocupa mi cargo en el Ayuntamiento pues si tengo que abandonarlo, a día de hoy sigo conservando mi trabajo de informático y creo que puedo irme con la cabeza bien alta.

Dicho esto, y a pesar del ruido mediático de estos últimos días, sigo dedicándome en cuerpo y alma para mejorar el municipio en el que he nacido, que me ha visto crecer y en el cual pretendo continuar el resto de mi vida. Estoy convencido, pese a todo, de que el resto de los compañeros del equipo de gobierno así lo harán también y con diálogo y sensatez lograremos el trabajo que los votantes nos encomendaron en las urnas.

Confío en no defraudar a los portmanyins y aprovecho para agradecerles su cariño y la confianza depositada en nosotros.