El candidato de Unidas Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, durante una rueda de prensa tras las votaciones de la jornada electoral, a 4 de mayo de 2021, en Madrid. | Europa Press

Las elecciones autonómicas en Madrid han supuesto un auténtico tsunami político, con las dimisiones en el PSOE de Madrid y la renuncia de Pablo Iglesias como líder de Podemos porque, según ha dicho, apenas aporta nada a su partido. Hace tiempo que Iglesias dejó de ser un referente político para convertirse en un dirigente que cometía los mismos errores que los demás, los que él llamaba «casta». Decía Iglesias en una entrevista con Évole grabada hace unos años que él no podía entender cobrar 3.000 o 3.500 euros porque eso significaba estar muy alejado de los ciudadanos que le votaban. Conviene saber que como vicepresidente su sueldo superaba con creces esa cantidad y ahora percibirá una indemnización similar durante unos meses tras abandonar el Gobierno central. Tiene todo el derecho del mundo, sin duda, pero es lo contrario que él mismo defendía hace unos años y por la que criticaba a otros dirigentes políticos.

Pablo Iglesias no ha engañado a todo el mundo porque los que hemos conocido a otros personajes políticos similares, aunque no con tanto carisma, ya sabemos cómo suelen acabar este tipo de líderes. Predicar una cosa y hacer lo contrario suele ser algo habitual, casi inmediato. Y desilusionar a sus votantes es el paso inmediato. Mucho me temo que el futuro de Podemos pasará por tener un peso residual en aquellas instituciones en las que puedan entrar en las próximas elecciones, sobre todo en las municipales y autonómicas. Iglesias levantó el proyecto de Podemos y prácticamente lo ha hundido en el pozo, sin liderazgo y con un ideario político desfasado. Flaco favor le han hecho a Podemos todos aquellos dirigentes (en Ibiza son legión) que se han callado ante los errores de su líder, desde colocar a su pareja en un ministerio hasta decir que Yolanda Díaz será la futura presidenta del Gobierno. Igual se equivocó y se refería a Díaz Ayuso, quién sabe.