La tecnología de reconocimiento facial en espacios públicos ha llegado a las puertas de la Unión Europea. | Pixabay

¿Qué le parecería el uso del reconocimiento facial en espacios públicos? ¿Estaría de acuerdo en que le identificaran en tiempo real? ¿Qué prefieren la seguridad o la privacidad? La tecnología de reconocimiento facial en espacios públicos ha llegado a las puertas de la Unión Europea. El gobierno serbio ha desplegado en las calles de Belgrado un millar de cámaras de videovigilancia conectadas a un programa capaz de identificar rostros en tiempo real desarrollado por Huawei. El futuro imaginario de George Orwell en 1984 se encuentra a la orden del día.

La respuesta a la pregunta sobre ¿qué prefieren la seguridad o la privacidad?, la tengo más que clara: prefiero la seguridad y la privacidad, y déjenme que añada también la protección de datos. Es posible que la seguridad conviva con la privacidad y viceversa. Además, el uso del reconocimiento facial en espacios públicos puede suponer un peligro para los derechos fundamentales si no se utilizan de forma adecuada. Esta tecnología permite identificar a los individuos sin su consentimiento, un aspecto que tiene graves consecuencias.

El uso de la inteligencia artificial para el reconocimiento facial en espacios públicos debería estar prohibido. Fijémonos en China, donde esta tecnología constituye uno de los pilares del sistema de control social del régimen.

Ellos (China) prefieren la seguridad a la privacidad. La propuesta de Reglamento europeo para la inteligencia artificial presentado por la Comisión Europea en abril contempla la prohibición de su uso en espacio públicos, aunque se deja la puerta abierta si se utilizan con fines antiterroristas.