El 75% de los jóvenes franceses están optando por comprar libros. | Pixabay

Francia ofrece a jóvenes de 18 años 300 euros para gastarlos en cultura. Cuando leí este titular en un medio de comunicación, les aseguro que la primera pregunta que me hice fue la siguiente: ¿Y por qué no en España?

Al siguiente día de leer el primer artículo, me topé con otro sobre el preocupante estado de salud de la cultura en nuestro país: La cultura pide auxilio asfixiada por la pandemia. Dos informaciones bien diferentes, una alentadora (la primera) y otra desagradable (la segunda). Los profesionales de la cultura en España resisten contra viento y marea. Aún así, muchas empresas de este sector estratégico no han podido resistir los efectos de la pandemia de la COVID-19. El Ministerio de Cultura sitúa en el Informe del impacto Covid19 en el empleo cultural en un 4,7% el descenso de trabajo en esta actividad en el primer trimestre de 2021, respecto al mismo periodo de 2020. El Gobierno central y las Comunidades Autónomas tienen el deber de evitar que este sector no se precipite. Como he comentado al principio del artículo, Francia ha llevado a cabo una brillante idea para incentivar la cultura, esa gran olvidada.

El país galo ha lanzado una app a la que se han adherido museos, librerías y espacio culturales. El 75% de los jóvenes están optando por comprar libros. ¿No les parece una buena idea? Si ponemos todos de nuestra parte para dar oxígeno a la cultura, les aseguro que ganaremos todos. La cultura es sinónimo de sabiduría, educación, madurez, progreso, etc. Mi humilde opinión no sé si llegará muy lejos, pero si despierta la curiosidad de algún lector por gastar en cultura les aseguro que me doy por satisfecho.