Sí, tenemos sistema de innovación en nuestras queridas islas. A la cola del resto de sistemas regionales en el territorio nacional en casi todos sus indicadores. Sin embargo, la actividad I+D+i y sus resultados son bastante decentes. El sistema está casi en su totalidad radicado en la isla de Mallorca y salvo acciones satélite y la previsión del ansiado Centre Bit la actividad de innovación del sistema tiende a 0 en Ibiza. Indicadores como número de entidades generadoras de conocimiento, centros de estudios científicos, entorno tecnológico y de servicios avanzados, centros de interfaz, clústeres basados en el conocimiento (tuvimos el denostado Ibiza Music Clúster, declarado excelente por el MINECO y claramente potente, innovador y único en el mundo. Su cierre fue síntoma de nuestra cultura innovadora. Podríamos tener también un clúster en desarrollo rural y producto local, primero de Baleares), personas dedicadas íntegramente a la I+D+i, medidas implementadas por el plan balear de I+D+i, producción científica, número de patentes o actividad innovadora de las empresas son algunos de los datos que nos ponen en evidencia.

Esto es una debilidad sí, pero puede entenderse como una oportunidad. Va a ser más fácil crecer que quedarnos a 0 a poco que hagamos. El Consell d’Eivissa no tiene competencias en I+D+i, estas son autonómicas, del Govern Balear, esto es un hándicap que llevamos sufriendo durante lustros. Para revertir esta situación, que no está siendo fácil (los pocos que nos hemos dedicado a esta materia de forma directa lo sufrimos en nuestras carnes), tenemos que aprovechar el hecho de que la innovación está de moda, ya lo estuvo la ecología hace 25 años; Conversando con un amigo en los pasillos de la facultad de filosofía de Valencia en mis años de estudiante concluimos que sí, que era una moda, pero que era una moda que debía permanecer. Y así ha sido; Esperemos que la moda innovadora también permanezca.

No puede ser que las máximas instituciones de gobierno ibicencas no se impliquen decididamente en la corriente innovadora y estratégica que nos viene de Europa y no solo porque hay un pastel de 90000 millones de € directamente destinados a este vector en los próximos años.

¿Qué necesitamos para fortalecer el vector de la innovación en Ibiza? Por ejemplo, cultura innovadora y de I+D, un mayor compromiso del Govern Balear con Ibiza extendiendo el sistema balear de innovación a la isla de forma decidida impulsando y promoviendo actividades I+D+i. Aproximadamente 500 millones de euros destina el Govern a la innovación en Baleares cada 3-5 años. Esta claro que nos llegan las migajas. Flexibilidad competencial para que el Consell d’Eivissa pueda impulsar políticas y acciones de innovación e I+D desde la institución o ayudando a las entidades y organismos que se dedican a ello en la isla de forma directa, vía convenios con el Govern Balear o mediante competencias delegadas. Programas de formación, difusión y divulgación de la I+D+i en el mundo de la empresa y los centros docentes, profesionales que piloten la innovación, promotores y gestores profesionales de proyectos innovadores en el Consell d’Eivissa y los ayuntamientos, no solo ingenieros o abogados, sino gente formada en sistemas de innovación y su gestión. Programas de dinamización del vector de la innovación en las empresas, información sobre incentivo fiscales a la actividad de I+D+i para ejecutar sus beneficios, apoyo directo en la conformación de proyectos innovadores dentro de las empresas, un fondo de capital riesgo con tolerancia al fracaso para invertir en startups y un largo etcétera. Todo ello debería articularse mediante un plan y/o un organismo insular dedicado a la innovación, con el apoyo institucional y empresarial de la isla de Ibiza que nos permita convertir nuestra debilidad en una oportunidad.

¿Tiene sentido hacer este esfuerzo? Sí ¿Por qué? Porque tenemos un producto único, Ibiza y sus circunstancias, que queremos conservar, que conviene reforzar, que es un producto del que formamos parte como ciudadanos y por lo tanto en el que están en juego nuestras vidas personales y cuyo conocimiento se puede exportar a otros entornos del mundo como estamos haciendo desde hace años con nuestro know-how hotelero.

Yo empezaría reflexionando por un indicador: el techo de población, concepto tabú que tendemos a esquivar. Cualquier población que se entienda sostenible y presuma de vida digna tiene que tener respuesta a esta simple pregunta. Esto no va a hacerse solo a no ser por exceso. Pero hay más: ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? ¿Qué es Ibiza? Sin duda preguntas estratégicas que nos deben llevar al porvenir, idea innovadora que ya utilizaban mis abuelos. Todavía recuerdo sus palabras haciéndose eco en mi cabeza: «tienes que estudiar para labrarte un buen porvenir». La palabra ‘buen’ era la clave de su mensaje. Esta claro que algo va a venir en Ibiza, que sea bueno ya es otra cosa. La innovación bien pilotada tiene mucho que decir.