Una casa payesa en Ibiza.

El PSOE de Ibiza vuelve a usar el territorio como arma para atacar al Consell d’Eivissa, mostrando un nulo conocimiento de la materia. Vicent Torres será recordado por haber sido el presidente que perpetró una funesta modificación del PTI a diez días de perder las elecciones, sin el menor consenso político o social. Los profesionales y propietarios de fincas rústicas pedían eliminar cargas burocráticas inútiles y ellos de lo único que fueron capaces fue de implantar prohibiciones absurdas bajo el falaz pretexto de la protección, cuyo único resultado ha sido que los ibicencos les sentaran de un plumazo en la oposición.

El departamento que dirige Mariano Juan ha elaborado un reglamento que elimina trámites innecesarios como las cédulas de primera ocupación o el certificado municipal de final de obra, permitiendo que sean los técnicos los que acrediten la antigüedad y la habitabilidad de una vivienda, además de reducir trámites para aprobar cédulas de habitabilidad por carencia y renovación. Este reglamento aplaudido por el Colegio de Arquitectos no contó con una sola alegación por parte de los ayuntamientos gobernados por el PSOE. En cambio, sus compañeros del Consell sobreactúan y mienten cuando dicen que «desprotege».

Se alzan como adalides del consenso, algo de lo que mucho hablan y poco practican.
Vicent Torres es un político agotado y sobrepasado. Su mala gestión territorial fue su tumba política y la de su consellera de territorio, Pepa Marí. El PSOE sólo podrá volver a gobernar el día que se enteren del coste y el esfuerzo de cuidar de una finca y una casa payesa. Son demasiadas las veces que se atreven a pontificar sobre ello, sin haber puesto un pie en una feixa, porque para ellos es tan sólo una cuestión de bledes i oliveres.