Con una sonrisa y gestos de satisfacción entre los últimos del vacunómetro, los últimos de Ibiza. Así captaba Dani Espinosa con el objetivo de su cámara el closing más esperado de la segunda temporada de la pandemia. Porque el cierre del vacunómetro significa el fin de una etapa con los deberes hechos.
Abrió el pasado 15 de marzo y en este punto se han inyectado cerca de 160.000 vacunas. Desde aquí mi agradecimiento a todo el personal sanitario. 24 horas antes, el Govern nos comunicaba el ‘retorno a la normalidad’. Adiós a las restricciones en las BBC -bodas, bautizos y comuniones-; restaurantes sin límites de personas en una misma mesa; bares de copas abiertos hasta las 4 de la madrugada... y la madre de todas las batallas: luz verde para la apertura de las discotecas. Y ayer Sanidad y comunidades autónomas firmaban la cirereta del pastís: la vida plena en los estadios de fútbol, la luz al final del túnel aunque la luz está más cara que nunca.
Con buena parte de la población vacunada es el momento de disfrutar de los espacios recuperados pero sin bajar la guardia. Es la hora de volver a animar a nuestros equipos en vivo. El jugador número 12 ya se ha recuperado del ‘esguince pulmonar ’ que le afectaba desde marzo de 2020. Es el momento de tomar aire y disfrutar de una nueva edición de la Ibiza Marathon, el Run & Feel del amigo Fran. De recorrer los pasos de alguna de esas rutas que abren las amigas Sabina.
De leer tranquilamente el Periódico del domingo con un desayuno en Santa Gertrudis tras tirar unas millas por ses Salines. De una escapadita a la pausada Formentera tras unos vinos en buena compañía. Es tiempo de tomar impulso pero también es tiempo para lo slow que diría el bueno de Antonio Gasset. Tiempo para «Días de cine: un programa dedicado a entretener víctimas del insomnio, noctámbulos, parejas en crisis, politoxicómanos e incluso algún aficionado al cine». Palabra de Gasset.
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