A estas alturas de la película no les voy a venir a explicar cómo están las arterias que conforman la red viaria de Ibiza. La situación ha mejorado en los últimos tiempos, pero el panorama sigue siendo bastante lamentable. El encanto modo postal de algunos viales se pierde cuando por el camino te dejas el coche o la vida. Plata o plomo. Las diferentes administraciones suelen pasarse la pelota a la hora de poner la plata para arreglar las infraestructuras y lo acaban pagando el resto de mortales. Certificar a quién corresponde la titularidad de algunos tramos puede resultar más complejo que el Bosón de Higgs. Durante los años que viví en Santa Gertrudis me hice usuario habitual del Camí Vell de Sant Mateu. Era la vía de escape para esquivar los por entonces clásicos atascos de la carretera de Santa Eulària. Solía recorrer el Camí desde el Hipódromo de Sant Rafel hasta Vila varias veces al día. La radiografía evolucionaba o, mejor dicho, se degradaba con el paso de los días hasta contabilizar más de una decena de grandes socavones, huellas abiertas del tamaño que dejaría el paso de un elefante. Como casi siempre en estos casos, se cumplió el principio de acción-reacción. A los pocos días de publicar un reportaje ilustrado gráficamente con el muestrario de socavones, los agujeros fueron rellenados. Eso sí, vecinos, usuarios y administraciones sabían que con las primeras lluvias los parches darían nuevamente paso a la trampa con forma boquete. Desgraciadamente las administraciones son muy dadas a los «parches», al tiempo que se eternizan los trámites. Poco ha cambiado el vial del aeropuerto donde fue arrollada la joven Vanesa, hace 4 años.
Hace dos semanas, una conductora se dejó la vida en una cuneta del Camí Vell de Sant Mateu. En cuestión de días se registraban otras dos salidas en el mismo tramo. La Guardia Civil reclamó la instalación de medidas de seguridad. De momento, los socavones más grandes han sido rellenados. Confiemos en que vayan más allá de los clásicos parches. Y un llamamiento: al volante, precaución.