Una persona saca dinero de un cajero. | Pixabay

Entre Podemos y PP han paralizado la propuesta del Govern de incrementar el sueldo de los políticos un 2 por ciento. Los socialistas y Més per Mallorca pretendían aplicar la misma subida para los cargos políticos que tendrán los funcionarios este año, pero no tenían los votos necesarios para hacerlo y por ello la votación se ha aplazado.

Sorprende que en la actual coyuntura económica, por muchos brotes verdes que nos anuncien Negueruela y Armengol, la clase política no sea capaz de entender que no es el momento de subidas de sueldo. Es indiferente si los funcionarios tienen aprobado en los presupuestos un 2 por ciento o un 7 por ciento, pero los políticos tienen que evaluar en cada momento el clima social que tienen a su alrededor y mucho me temo que los socialistas hace tiempo que han perdido la perspectiva de lo que ocurre en su entorno. Eso suele pasar cuando un partido lleva demasiado tiempo en el poder y no suele tener un final feliz. También le llaman el síndrome del Consolat, pero parece evidente que por 30 o 40 euros de subida al mes que pueda recibir cada alto cargo no vale la pena este desgaste de cara a la opinión pública. Podemos, en cambio, sí ha sabido captar que no es el momento de aumentar salarios de políticos, lo que cuando ellos no gobernaban era la casta, y lo extraño es que formando parte del mismo gobierno no lo hayan comentado a sus socios.

Mientras sigue habiendo ciudadanos en ERTE, con miles de negocios que se recuperan de la pandemia, y ahora con el sablazo que preparan a los autónomos, no es momento para subir sueldos. Tampoco lo es para seguir incrementando las plantillas con asesores cuya necesidad es más que discutible.
Por una vez, y también hay que felicitar al PP por ello, algunos partidos políticos han sabido leer entre líneas lo que reclama la sociedad. Y ahora no toca subirse los sueldos.