Las palabras de Jesús en la sinagoga nos muestran la seguridad de que El Mesías está presente entre sus oyentes. Nos manifiesta, por tanto, su autoridad y su Divinidad. Cuando Jesús fue bautizado, bajó sobre Él el Espíritu Santo y el Padre celestial. Manifestación de la Teofanía, los Santos Padres ven designadas las tres personas de la Santísima Trinidad.

Nos damos cuenta que el Mesías ha recibido la inhabitación en el alma de Cristo desde el momento de la Encarnación.

La unción que recibió Cristo no fue como la de los antiguos reyes, sacerdotes y profetas. Jesús en la sinagoga lee el texto de Isaías en el que se presenta como verdadero Mesías al que habían esperado varios siglos.