Juego de trileros

Esta única ambulancia medicalizada fue la que el pasado 20 de enero se encargó de trasladar al herido más grave, mientras que Policía Local y Guardia Civil trasladaron en sus vehículos a los otros dos heridos. Y todo porque la segunda ambulancia que tiene la isla no está dotada con el personal necesario para hacerla funcionar.

Pese a la insistencia del Consell de Formentera en alinearse con el discurso del Govern y defender que hay dos ambulancias, la realidad es que una está ‘durmiendo’ porque no puede funcionar al no tener personal lo que, de facto, significa que a nivel operativo la isla sólo cuenta con una ambulancia. Los sindicatos sanitarios llevan tiempo advirtiendo de que la isla no puede estar con un único recurso asistencial. Y, finalmente, ha tenido que pasar una desgracia para que, de nuevo, salga a relucir la demanda y los políticos reaccionen.

Once días después del tiroteo, el Consell de Govern aprobó ayer que se construya la base del servicio del 061 en Formentera para así poder disponer de personal para esa segunda ambulancia. Costará 2,2 millones y, eso sí, ningún político se atreve todavía a dar plazos sobre cuándo estará lista para empezar a funcionar.

A cualquiera de fuera que le cuentes que una de las islas que más dinero mueve del Mediterráneo en verano sólo cuenta con una ambulancia en invierno, alucinaría. Igual que lo haría al comprobar que los enfermos de riñón siguen teniendo que desplazarse a Ibiza en barco tres veces a la semana para recibir diálisis (ahora, por fin, han empezado las obras, pero a saber cuándo acaban realmente) o igual que alucinaría al comprobar que Sant Joan y Sant Josep, dos de las localidades con población más dispersa de Ibiza, tampoco tienen ambulancia propia sino que dependen de los recursos de Santa Eulària y Vila. Cosas del ‘ninguneo’ centralista mallorquín hacia las Pitiusas.