Los consellers Iago Negueruela y Josep Marí Ribas dieron el pasado viernes el pistoletazo se salida oficial a la precampaña electoral. El Govern organizó un encuentro con cuatro –literalmente– representantes del sector turístico de Sant Antoni para arremeter contra el ayuntamiento del municipio portmanyí y el Consell d’Eivissa, a quienes acusa de hacer la vista gorda con el turismo de excesos y de no poner los medios suficientes para combatirlo.

Los socialistas han puesto su punto de mira hacia Sant Antoni, el punto más débil del PP en Eivissa, y han puesto en marcha toda la maquinaria (Govern balear incluido) para desgastar al equipo de gobierno formado por PP, Ciudadanos y El Pi y recuperar el poder el próximo mes de mayo. La de esta semana es la segunda ocasión en la que Negueruela, el máximo responsable turístico en Balears, ataca la imagen de Sant Antoni. La primera fue en mayo, en el lanzamiento de la campaña ‘No vuelvas solo’ junto con el embajador del Reino Unido. De los excesos sobre los que no habla Negueruela son los de Platja d’en Bossa, zona que no fue incluida en el decreto. ¿Quizá porque allí gobiernan los suyos?