Pintadas aparecidas junto a la entrada del aparcamiento del céntrico Parque Reina Sofía. | Manu Gon

Los que me conocen saben que soy un gran seguidor del arte urbano. Solo hay que revisar muchas de las fotos que cuelgo en las redes sociales para darse cuenta que me encanta descubrir lugares de las ciudades y los pueblos donde hay murales que decoran edificios públicos y privados. El último caso, un pequeño pueblo de la Segarra ilerdense llamado Penelles que me dejó con la boca abierta por la calidad de sus pinturas que puedes encontrar en cualquier rincón. Paredes y murales convertidos en verdaderas obras de arte que, algún político o responsable visionario, ha convertido en un reclamo tanto para turistas llegados de toda España como para creadores de medio mundo que desean ser seleccionados para tener un hueco donde plasmar su creatividad.

Es arte. Igual que el que hay en una pinacoteca o en distintos museos del mundo. El mejor ejemplo lo encontramos en lo que que nos deja año tras año el Bloop Festival en distintos lugares de Ibiza gracias a una exitosa idea que nos demuestra que se puede dar una nueva vida a lugares que, probablemente, sin esas pinturas estarían prácticamente abandonados. Dan luz, alegría, son reivindicativos y críticos y son una señal de que el arte urbano y los muralistas merecen mayor reconocimiento del que normalmente tienen al ser asociados en demasiadas ocasiones con aquellos vándalos que dejan sus firmas en vagones de metro, esquinas sucias o contenedores de basura sin ningún tipo de criterio ni estética.

Desgraciadamente es cierto que siempre hay alguien que saca los pies del tiesto y colabora a que esa imagen perdure. Los últimos ejemplos son las pintadas que han aparecido en distintos lugares de Sant Antoni y de Ibiza. Sin ir más lejos, en las paredes del aparcamiento del Parque Reina Sofía se puede leer con letras negras consignas como A Eivissa xerram català y en las inmediaciones del IES Sa Blanca Dona de Ibiza aparecieron otras cuatro pintadas en las que se hacía un llamamiento a la independencia, el ecologismo y el socialismo (Sic). Sin entrar en pormenores sobre la calidad de la letra y la tipografía creo sinceramente que sus autores, Jovent Republicà d’Eivissa, se podían dedicar a cosas mejores en su vida que a ensuciar las ciudades en las que viven.

¿De verdad creen que con esas pintadas pueden llegar a más gente?. ¿En serio, piensan realmente que es la mejor manera de que sus consignas calen? ¿O que no hay mejor manera de transmitir un mensaje o una reivindicación que hacer una pintada cutre y chusquera? Porque si al menos tuvieran la calidad de artistas urbanos de Ibiza como Hosh, Aida Miró o Jerome pero es que ni siquiera tienen una mínima coherencia artística ni las letras están mínimamente ordenadas ni alineadas.

Con esto lo único que están consiguiendo es el efecto contrario. Por lo que se oye en la calle y se palpa en el día a día el ciudadano de a pie ya está un poco harto de grafitis y más porquería en las paredes. Es como la gota que colma el vaso ya casi a reventar de ciudades y pueblos de Ibiza cuya limpieza es uno de sus grandes déficits. Nadie repara en el mensaje sino en que se ha estropeado la pared de alguien que no es de la guerra y que se despertó una mañana con la sorpresa y que ahora lo tiene que ver diariamente hasta que el Ayuntamiento en cuestión lo limpie con el dinero de todos los ciudadanos que pagamos religiosamente nuestros impuestos. Una limpieza que según el consistorio va a un ritmo diferente. En Sant Antoni al día siguiente ya no quedaba ni rastro y se denunció ante la Guardia Civil mientras que en Vila se lo toman con más calma ya que después de nueve días no se han tomado medidas.

Si quieren reivindicar que reivindiquen. Que hagan panfletos como cuando yo era joven, que los repartan con una chapa en la solapa en plazas, parques o semáforos, o que se transmita a través de las redes sociales. Incluso, que creen portales o blogs para sus seguidores porque siempre hay un roto para un descosido como diría mi madre y porque en España, aunque algunos nieguen lo contrario, sigue habiendo libertad de expresión. Pero por favor no nos ensucien Ibiza con pintadas feas y horteras. Lo de decorar la ciudad por favor que lo hagan los profesionales que realmente saben. Gracias.