Pablo, al empezar el curso. | ARGUI ESCANDON

La semana pasada dedicamos el programa Bona Nit Pitiüses de la TEF TV a la inclusión social y en educación de las personas con capacidades diferentes. Tomando como punto de partida el caso de Pablo, el ibicenco que finalmente ha podido iniciar sus estudios de Formación Profesional en la especialidad de jardinería después de años de negativas de la conselleria de educación, se abordó la actual situación de este colectivo en el sistema educativo.

Después de la mediatización del caso y la presión social, la delegada de educación en las Pitiusas, Marga Ferrer, le comunicó a la Asociación Pitiusa por la Inclusión Educativa y Social (APIES) que «habían encontrado una vía» y que Pablo finalmente podrá ser jardinero.

Está claro que encontraron la vía, sobre todo por que se pusieron a buscarla, después de años de ruegos y sollozos por parte de una madre que como todas, deseaba que su hijo pudiese escoger su futuro.

Cuando a algunos políticos se les llena la boca de como ha crecido el presupuesto en educación y del incremento en la contratación de docentes, debemos recordarles que existen muchos Pablos en riesgo de quedar fuera del sistema educativo y por tanto de la sociedad.

La presidenta de APIES, Lola Penín, denunció la falta de Auxiliares Técnicos Educativos que permitan que el alumnado con necesidades especiales avance en su formación y puedan desarrollarse como personas de pleno derecho.

Debemos exigir a los que deciden como se distribuyen los presupuestos públicos que tengan claras las prioridades de una sociedad que debe caminar hacia la inclusión de todos sus miembros y esto es absolutamente innegociable.

Hago mías unas palabras de Ramón Taboada en el debate de la tele: «Sobran cargos de confianza y faltan auxiliares técnicos educativos».