Este fin de semana se celebran las fiestas de cierre de las más importantes discotecas de ocio de Ibiza, las conocidas como ‘Closing Parties’. A ellas acuden miles de personas para despedir el verano y son, sin lugar a dudas, junto a las fiestas de apertura, uno de los atractivos más importantes de la isla para los amantes de la música electrónica. Obviar esta faceta de la isla es pura indigencia intelectual.

Ayer celebraron sus cierres Ushuaïa y Hï Ibiza. Mañana lo hará DC-10. Y el próximo fin de semana será el turno de O Beach, Amnesia y Pacha. Después de estos grandes eventos multitudinarios, Ibiza volverá a ser la Ibiza tranquila, aburrida y casi mortecina que algunos añoran.

Los trabajadores que vinieron a hacer la temporada se tomarán unos merecidos días de descanso y muchos regresarán a sus lugares de origen para hibernar hasta la próxima primavera. Tras la Semana Santa, que en 2023 comenzará el domingo día 2 de abril con el Domingo de Ramos, los grandes templos del ocio de Ibiza comenzarán a abrir a finales de abril, pero los temporeros comenzarán a llegar un mes antes, a finales de marzo o quizás antes.

Muchos ibicencos preferirían que no hubiese discotecas, ni hoteles, ni siquiera un aeropuerto que permita a cualquier ciudadano del mundo trasladarse hasta nuestro particular paraíso y molestar con su sola presencia. Algunos quisieran que se limiten a visitar el Museo de Arte Contemporáneo (MACE) o la Necrópolis de Puig des Molins, la catedral y la Casa Broner, todo lo cual es muy recomendable. Pero admitamos que no es el plan A de miles de turistas de todo el mundo, también españoles, que tienen Ibiza como el lugar de referencia para salir de marcha y disfrutar de las actuaciones de los mejores DJ del mundo.

Desde este punto de vista, hay algunos partidos políticos que se muestran partidarios de obstaculizar e impedir la celebración de los ‘closing’, como la representación máxima de aquello que no debería existir. Así, PSOE-Reinicia exige que no se autorice la ampliación de horarios extraordinaria a las discotecas de Sant Antoni de Portmany para las fiestas de cierre; y acusan al alcalde, Marcos Serra, de «gobernar sólo para los poderosos».

Perjudicar a negocios

Se ponen de ejemplo a sí mismos, cuando durante la legislatura pasada aprobaron una ordenanza para prohibir la ampliación de horarios de las fiestas de ‘opening’ y ‘closing’ hasta las 12 del mediodía. Se les olvida que quizá fuera, entre otras muchas cosas, por medidas ridículas y absurdas como aquella, por la que fueron desalojados del gobierno municipal de Portmany. Resulta bastante torpe perjudicar a los negocios de tu municipio, mientras los ayuntamientos vecinos, gobernados por tu propio partido, permiten hacer a las discotecas lo que tú no quieres que hagan. Pero ellos son así, más papistas que el papa, orgullosos de que se note que son ellos los que mandan y tienen el poder, hasta que los ciudadanos tienen la oportunidad de ponerles en su sitio. ¡A la oposición!

Los ‘closing’ suponen una notable llegada de visitantes, que aprovechan esos grandes eventos para pasar unos días en Ibiza, cuando la temporada afronta su ocaso. Es una magnífica forma de culminar la temporada, que agradecen hoteles, restaurantes, bares, rent a car, taxistas, etc. Pero a los turismófobos les estorban.

Cualquier Administración colabora y pone todo de su parte para que eventos extraordinarios con un potencial brutal de atracción turística en temporada baja sean exitosos. Pero en Ibiza partidos como PSOE-Reinicia Sant Antoni están por boicotearlos. Ya lo hicieron en el pasado y quieren que se siga haciendo. Por suerte, ahora no depende de ellos, sino de políticos con bastante más responsabilidad, menos sectarios y con menos cortedad de miras.