Rafa Ruiz. | Daniel Espinosa

Lo del gobierno de Rafa Ruiz en Ibiza es un no parar en lo que a los despropósitos se refiere. En poco menos de dos meses, y entre el desastre de Isidor Macabich y el escándalo del ‘caso Nascor’, asoma ahora la patita la Justicia para decirle a los socialistas que su forma de elegir a los trabajadores, al menos en lo que al bolsín de auxiliares administrativos se refiere, no se ajusta a Derecho y que, por lo tanto, nada de hacer entrevistas personales antes de que los candidatos hayan demostrado que realmente están capacitados, tras haber pasado el examen-oposición correspondiente.

Estos casos son tan solo tres ejemplos del desgavell que impera en Can Botino. Y eso que tienen un montón de cargos de confianza y otro montón de asesorías externas para, supuestamente, gobernar/gestionar mejor. Pero, visto lo visto, de poco les ha servido. El problema de esto no es tanto que ellos se coman los marrones resultantes de estas decisiones. El problema es que lo pagamos de nuestro bolsillo y que, además, tiene consecuencias en el día a día de la ciudad, es decir, para quienes en ella residimos.

Pero nada parece importar en el histórico edificio en el que a diario disfrutan nuestros nunca suficientemente bien ponderados gobernantes. Y digo disfrutan porque, visto lo visto, no creo que suden o sufran mucho. Los calores les vendrán a medida que se acerque la cita con las urnas. Hasta entonces, ancha es Castilla.

Lo cierto es que estas son las cosas que realmente denigran a la institución y no que un medio cumpla con su función de fiscalizar el trabajo del gobierno. A ver si ahora se atreven a ponerle el sello de fake a la sentencia.