Santi Marí contra el PP de Sant Joan.

El proceso de selección de candidatos a las elecciones es siempre un asunto espinoso del que ningún partido político se libra. Ya se haga por elección por parte de los órganos correspondientes, ya se haga por un proceso de primarias, cuando más de un militante aspira a encabezar una lista determinada, se suele producir una división más o menos aguda, pero siempre indeseada y de consecuencias imprevisibles.

Usualmente, los partidos políticos responsables y de gobierno, tratan de resolver este tipo de controversias internamente, sin que trascienda el enfrentamiento entre los distintos candidatos a encabezar la lista electoral. Siempre es lo más inteligente. De lo contrario, se transmite una sensación de lucha fratricida por el poder y de ambición desmesurada por parte de quienes se postulan a ser número uno de la candidatura. Entonces, se corre el riesgo de desencantar a la militancia y que el electorado potencial acabe alejándose, quedándose en su casa o votando a otras opciones más pacíficas, más unidas y sin bandos enfrentados.

En Sant Joan de Labritja era previsible que hubiese más de un candidato dispuesto a suceder a Toni Marí ‘Carraca’ al frente del consistorio. Se trata de un relevo anunciado hace tiempo y es lógico que haya quien se hizo ilusiones de ser el mejor colocado para ser designado candidato a la alcaldía por el Partido Popular. Sin embargo, aquí lo importante no es satisfacer las legítimas aspiraciones que cada cual pueda tener, ni tampoco esgrimir el consabido «ahora me toca a mí». En política de lo que se trata es de ganar las elecciones con el mejor resultado posible.

Inigualable

Partamos de la base de que difícilmente el cabeza de lista logrará los resultados cosechados por el alcalde Toni Marí en las últimas elecciones, 10 concejales. Esta es una hazaña reservada a un político como ‘Carraca’, el más veterano de los alcaldes de Baleares, en el cargo desde julio de 1999. Ha ganado seis veces las elecciones municipales en Sant Joan de Labritja, las últimas cinco con mayoría absoluta y por algo será. Pero la responsabilidad del PP es ofrecer a los electores una lista solvente, unida y comprometida con el municipio; encabezada por el mejor candidato o candidata posible y que pueda lograr más apoyo electoral. No por aquel que crea que más derecho tiene a suceder a ‘Carraca’, ni porque piense que está mejor posicionado en su imaginario escalafón del partido. Las cosas en política no funcionan así.

Un buen candidato político necesariamente debe reunir las cualidades de un buen líder. Y malamente puede serlo quien necesita presionar públicamente a los órganos competentes del partido y a sus dirigentes para lograr su designación. Cuando un político se decide a aventar públicamente sus aspiraciones, a costa de difundir una imagen de división interna, demuestra que sólo le interesa su objetivo particular y que el interés general y los objetivos colectivos de su formación política son secundarios. Quien así actúa, se revela el menos idóneo para ser alcalde de un municipio.

Autodescartado

Santi Marí y quienes le apoyan se equivocan gravemente en su estrategia para lograr la designación a candidato a la alcaldía de Sant Joan, presionando a su propio partido o a sus dirigentes para que le respalden a él y no a Tania Marí o a cualquier otro militante. Ningún partido puede aceptar este comportamiento y apostaría que el PP de Eivissa no lo aceptará. Santi Marí ha cavado su propia tumba con este movimiento tan poco meditado y tan irresponsable, que le descarta de plano para suceder a ‘Carraca’. Un error que le costará muy caro. La diputada autonómica Tania Marí será la candidata de los populares de Sant Joan a las elecciones municipales de 2023 y con bastante probabilidad, la primera alcaldesa joanina. No tardaremos mucho en saberlo.