Imagen de archivo de una playa de Ibiza. | Daniel Espinosa

En muchas ocasiones, durante las sesiones de escuelas de familia, los padres y madres han expresado el miedo a que sus hijos vivan en un lugar tan marcado por el ocio nocturno como es Ibiza. Poniendo el foco principalmente en los hechos negativos que se generan en estos espacios: drogas, abusos, accidentes, delincuencia, etc. entendiendo que este tipo de realidad puede afectar negativamente sobre los menores.

Ante estos temores familiares, es importante reflexionar sobre la calidad de vida que nos ofrece la isla. Es verdad que el gravísimo problema de acceso a la vivienda, exponencialmente incrementado en estos últimos años, determina las necesidades básicas de las familias, condicionando muchísimo el desarrollo vital. Pero a pesar de ello, Ibiza cuenta con otros factores que definen un lugar como espacio propicio para vivir.

A nivel macro, al margen de la sobrepoblación de la temporada, el contexto ambiental es ideal para una familia, con una accesibilidad inmediata a entornos naturales, marítimo y terrestre, donde poder desarrollar actividades y momentos en familia. Una actividad cultural y social adecuada para el desarrollo familiar, tenemos 4 municipios amigos de la infancia (incluido Formentera). Una fácil accesibilidad a los sistemas educativo y sanitario, con carencias pero universal. Un nivel de seguridad físico y personal considerable, etc.

A nivel micro, los sistemas pequeños hacen que las relaciones entre las personas sean posibilitadoras y cercanas. La facilidad de acceso a los espacios naturales favorece que el tiempo libre se pueda aprovechar con más rapidez y mejore el desarrollo vital. La climatología también favorece dicho desarrollo. La sociedad ibicenca es abierta y cosmopolita, posibilitando la integración de la diversidad. La oferta complementaria de actividades deportivas y culturales para los menores es amplísima, las Pitiusas son uno de los lugares con más porcentaje de fichas federativas deportivas del estado. Prácticamente todos los municipios programan habitualmente eventos y actividades dirigidas a las familias, etc.
Si entendemos que la presencia de la familia como elemento socializador puro se produce principalmente durante los primeros 18 años de vida de los hijos e hijas, podríamos decir que Ibiza y Formentera a pesar de sus dificultades y problemas son lugares ideales para la crianza y que ofrecen buenas posibilidades de desarrollo vital.

Por otra parte, es necesario reivindicar más recursos para las familias a las instituciones, dado que evidentemente también contamos con factores de riesgos, tanto a nivel macro como micro. Y que los recursos naturales que la isla ofrece deben protegerse para que sean favorecedores de calidad para el desarrollo familiar.

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